-A tiempo real-

Indecisiones

(Narra Malú)
Durante el resto del tiempo de grabación de mi disco aquella mañana, tuve mi cabeza en otro sitio totalmente diferente a un estudio de musica. ¿Como se atrevía a hablar de esa forma sobre nuestra relación?
Lo peor es que ya había confirmado algo que yo aun no me tomaba en serio, una relación.
La verdad, en lo primero que pensé cuando vi esa entrevista fue en ella, en si también la había visto, en si había sentido un pellizco en su corazón al escuchar mi nombre junto al nombre de otra persona. Y es que desde los Premios Dial, todo ha cambiado. Es cierto que antes de tenerife, nos vimos en algún que otro acontecimiento, pero todo fue demasiado frío, tan frío que hacia tiritar hasta al mismísimo sol.
Cuando llegue a Tenerife, ella ya había ensayado, Melen, como si supiese leer mis ojos, me dijo que estaba en su habitación desde hacia un tiempo, así que me decidí a llamar a su puerta, pero cuando mi nudillo estaba a centimetros de la madera, me sorprendió el sonido de mi tono de llamada, y aun mas me sorprendió su nombre dibujado en la pantalla -Gonzalo Miró-
-¡Ey! ¿Ya llegaste?
+Si, hace un rato, en breves iré a cenar
-Ah, es que como no me has llamado...
+Se me ha pasado, entiendeme, estoy algo cansada
-Ya he visto las entrevistas que te han hecho hoy... ¿Tanto te cuesta decir que estamos juntos?
+Ah, ¿que estamos juntos?
-Malú, no hay quien entienda tu miedo al compromiso.
+No es eso, apenas llevamos un mes juntos, creo que es demasiado precipitado, no me quiero tirar a la piscina tan pronto.
-¿Y no sera que aun esperas que ella te de otra oportunidad?
+¿Quien?
-Quien va a ser, Vanesa.
+Lo de Vanesa ya está olvidado, no se a que vienes ahora con eso.
-Por eso no has querido que te acompañase a los premios, ¿verdad? Por si esta noche te la puedes tirar.
+¿Que estupideces dices? No pintabas nada aquí. Es una fiesta de la musica.
-Que si, que si, pero entiendeme, no solo tengo competencia con los demás tíos, también con las tías.
+Si no confías en mi, es tu problema. Ahora te cuelgo, que como he dicho, voy a cenar.
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+¡Malú! ¿Donde estás? Te toca hacer la intro ya.
-Perdón, Ruben. Necesito descansar un rato.
Y así fue como pasé esa larga mañana, evadida en mis pensamientos, en sus sentimientos, en aquella estúpida entrevista que había conseguido volver a remover todas mis entrañas.