Capítulo 1| Silencio

17 4 2
                                    

Silencio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Silencio.

Lo único que escuchaba era un pitido molesto y un susurro muy lejano.

Alguien me llamaba.

Pero no podía moverme, era imposible, no tenía fuerzas.

— Alice. — alguien murmuró sacudiendo mi cuerpo. — Alice, despierta, por favor. — la presión que ejercían en mi hombro era mucho más fuerte y las sacudidas aún más.

Solté un quejido y empecé a parpadear, sentí una risa de felicidad y seguían moviendo mi cuerpo.

— Despierta, vamos, despierta. — abrí los ojos y el rostro de mi hermano fue lo primero que vi junto con una sonrisa en su rostro. — Joder, hermana, que susto me has dado. — soltó una risa mientras se pasaba las manos por su cabello.

— ¿Qué te pasó? — pregunté tratando de tocar su rostro que estaba muy lastimado. — ¿Qué nos pasó? — alcé mi brazo, pero hice una mueca de dolor.

— No, no, no hagas ningún esfuerzo. — murmuró mientras se sentaba en la camilla. — Los Dragons nos atacaron esa noche y tuvieron que traernos hasta aquí. — lo miré sorprendida. ¿Esa noche? ¿Qué día de la semana era? — Hace tres semanas que estás aquí.

— ¿Qué? — mi cara era todo un poema. Liam sonrío divertido y negó con su cabeza. — ¿Y el resto? ¿Los chicos están bien? — más que nada preguntaba por...bueno, ya sabemos quién. Y Nathan, por supuesto. — ¿Y lo que recaudamos?

— Primero. — alzó su mano. — Los hermanitos Black están bien, fueron a comprar algo para desayunar y él no se ha despegado de tu lado. — rodó sus ojos. — Y lo recaudado está en perfecto estado, por suerte, esa noche, con Nath le dimos el bolso a James y a Trevor. Nosotros estábamos esperándolos a que salieran e irnos para contar todo.

¿Y cómo es que ellos están bien después de tremendo accidente?

— ¿Qué? ­— dije sorprendida sin entender nada. Tosí un poco y Liam me tomó por los hombros y me recostó nuevamente en la camilla.

— Tienes que quedarte quieta y tranquila. Ya llamé a la enfermera, no tienes que estresarte o moverte. — Apenas dijo eso, una mujer entró con una sonrisa y un vaso con agua. Me saludó y me entregó el vaso, lo tomé y di un sorbo, no me había dado cuenta de lo sedienta que me encontraba. El agua fría pasó por mi garganta y mi cuerpo empezó a sentirse mejor.

— ¿Cómo te encuentras, Alice? — la enfermera tomó una libreta y anotó algo que veía en el monitor. — Veo que estás muy bien acompañada, tu madre no tarda en llegar, las noticias de que has despertado corren rápido. — Liam me miró de reojo de manera seria y me hizo una señal con su rostro de que me mantuviera en silencio, asentí seria y traté de acomodarme mejor en la camilla.

— Sí, me siento mejor, gracias. Aunque me duele un poco el cuerpo. — murmuré.

— Es normal. Apenas me digan los siguientes pasos te traeré un medicamento para que no te duela tanto. Quedarás un poco mareada, pero serán por los medicamentos ya que son bastantes fuertes, pero no te preocupes, estarás bien.

La enfermera salió de la habitación y nos quedamos en silencio, mi hermano se encogió de hombros y empezó a teclear en su teléfono.

— ¿Los chicos se encuentran bien? — él alzó su mirada y tardó en responder. — ¿Qué pasa? — silencio de nuevo, algo andaba mal. Me senté correctamente en la cama y observé seriamente a mi hermano. — Joder, ¿puedes contestarme? — negó con su cabeza, me reí incrédula sin poder creer en la situación en la que nos encontrábamos. — ¿Por qué no me quieres decir, Liam? ¿Sucedió algo?

— No, Alice, tranquila. Los chicos están bien, hay alguien herido, pero...— vi que tragó saliva y se mantuvo en silencio. Me alarmé ¿Acaso le había pasado algo a Matthew?

— ¿Pero qué? — murmuré mirándolo asustada, admitía que me estaba alterando.

— No puedes recibir noticias que te alteren, no puedo decírtelo. Así que descansa y luego...y luego te diremos todo. —

— No. — negué sacándome todos los cables que tenía en mi brazo, me senté en la camilla y mis pies colgaron debido a que no llegaba al piso por ser tan alta. Di un saltito y caminé hasta fuera de la habitación. Liam me agarró del brazo y quiso llevarme hasta la cama. — ¡No! ¡Suéltame! No iré a ningún lado, solo quiero saber si los chicos están bien, no...no podré perdonarme si les sucedió algo por mi culpa.

— Alice, basta, vuelve a la cama, no estás bien, necesitas reposo. Hace días que estas en el hospital, pensábamos que habías entrado en coma, vuelve a la cama. —me solté de su agarre y lo miré alterada y me di cuenta de que estaba llorando.

— ¿Es Matthew? — cerró sus ojos, frustrado, mientras soltaba un suspiro cansador. Negó con su cabeza y volví a preguntar— ¿Es Nathan? — negó con su cabeza sin abrir sus ojos. Algo estaba pasando. — Liam, por favor, dime quien es él qué está herido. Me estoy asustado.

Escuché su suspiro y me observó a los ojos, se lo veía cansado, muy agotado y pude notar en sus ojos que había estado llorando, seguro que a escondidas porque no le gustaba que supieran que él lloraba, como si no fuera una persona normal.

— Es Trevor. — soltó. — Está muerto. — dijo finalmente llevando sus manos a su rostro.

— ¿Qué? — susurré sin aire. Llevé mis manos a mi boca debido a la sorpresa, me quedé sin palabras y miré a mi hermano sin poder decir nada. Mis lagrimas seguían saliendo sin permiso y un nudo en la garganta apreció sin previo aviso.

¿Trevor estaba muerto? No podía creerlo.

— Solo... sé que está muerto por defendernos en el accidente, sin él, no seguiríamos aquí. Los disparos que sentimos antes de desvanecernos fueron los de Trevor y los Dragons. No sé muy bien cómo fue, pero sí sé que él fue. — soltó un suspiro y noté que mi hermano estaba llorando.

— Tenía mucho miedo de perderte, cuando vi que no reaccionabas y pasaban los días y tu seguías allí, en esa camilla, sin decir ni hacer nada, quise morir. — alzó su vista y fijó sus ojos en mí. — Te amo con toda mi alma, eres lo más preciado que tengo y lo único en mi vida. Eres mi responsabilidad y me moriría si te pasara algo, porque yo te metí en todo esto. — Negó con su cabeza. — Yo...yo parezco odioso y te digo cosas horribles en ocasiones, pero eres mi hermanita y te quiero tanto que duele, no quiero perderte y no quiero que te pase nada. — tosió y sorbió por su nariz. — Prométeme, Alice, prométeme, que te cuidaras a partir de ahora. Estamos en un nivel super difícil, los Dragons nos quieren muertos a toda costa y no tienen miedo de asesinar y ocasionar caos.

Sonreí de lado y conmovida por sus palabras, solté un suspiro y caminé lo más cerca y sequé sus lágrimas y luego rodeé su cuerpo con mis brazos en un gran abrazo.

— Yo también te quiero con toda mi alma, Liam. No quiero que te suceda nada y prometo cuidarme, pero tú también tienes que hacerlo. No sé qué sería mi vida sin ti.

¿Una vida sin Liam? Ni pensarlo.

¿Una vida sin Liam? Ni pensarlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Foster: InfiltradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora