DANCE BOY | HoonKi

TOGETHER

Él chico le miraba con interés, mientras tanto él solo sentía tieso todo su cuerpo, ¿porqué la mala suerte le acompaña siempre?

Notando como él rubio le extendió la mano para ayudarle, suspiró y aceptó con vergüenza, una vez se incorporó, le miró, sintiéndose inmediatamente nervioso, tenía que mirar hacía arriba, él rubio es un poco más alto.

Juicy de la diosa de Doja Cat sonó con fuerza, retumbando sus oídos, sintiendo de a poco ese pánico al estar con mucha gente a su alrededor.

Después de algunos segundos, sintió como era tomado de las manos, él rubio había empezado un pequeño baile junto a él.

─Tranquilo, sólo déjate llevar, baila conmigo

Susurró en su oído sin previo aviso, sus mejillas al instante se tornaron de un rojo carmesí y sin poder evitarlo le miró, esté se encontraba de la misma manera.

Sus manos se escapaban con nervios a los costados de su cadera, él chico con confianza se movía y trataba de qué también lo hiciera.

La canción era pegajosa, movida y atrevida, él chico no podía evitar a cada momento pegarse a su torso, le ponía nervioso.

Sus manos se movían junto con sus caderas, esto le estaba volviendo loco.

Él rubio se deslizaba a su lado con una lentitud realmente tentadora, haciéndole perderse en sus vagos, pero embriagantes movimientos, no perdió tiempo y con una sorpresiva rapidez le siguió, logrando sacarle una dulce risita a su ahora compañero de baile, algo que le había encantado a sus oídos, mucho más que la canción que se reproducía en ese momento.

Hacen un duo perfecto, tanto que empezaba a encantarle a los de su alrededor.

La canción terminó, haciendo que su último movimiento dejase sus rostros demasiado cerca, sin dejarles apreciarse de cerca un poco más, Monster de Shawm Mendes y Justin Bieber se escuchó a continuación, y sin verlo venir la gente armó un círculo a su alrededor dejándoles en medio, entrando en pánico, trató de huir, pero él rubio no tardó en jalarle junto a él de nuevo.

Su mirada se apoderaba de la suya, sus movimientos eran limpios y fuertes, sin poder entender del todo, empezó a seguirle el paso, de nuevo, un paso doble, luego un paso a la izquierda, sus cuerpos se buscan a cada instante, con confianza tomó su cintura, sus pelvis se juntaron, y él rubio inclinando hacía atrás su cuerpo se dejó llevar, para balancear con lentitud su torso, así tomarlo del cuello e inclinar su cuerpo junto al suyo y quedar sus rostros una vez más cerca del otro.

Sus respiraciones chocan, cálido e inexplicablemente peligroso, sus narices chocan con lentitud, y las pestañas del coreano juguetean con los ajenos, tan tentador.

La gente aplaudía y algunos gritaban, todo se volvía lentamente una locura.

Él rubio no tardó en impresionar aún más a todos, sin esperarlo en la última versión de la canción se adelantó y besó con delicadeza su barbilla.

Sintió su cuerpo pensarse ante aquello, se podía imaginar completamente rojo de los pies a la cabeza.

Los gritos de las chicas se intensificaron y algunos chiflidos se hicieron presencia.

¿Qué demonios había sido eso?

↓↓

─Debo admitir que me impresionaste, a simple vista no te creí capaz de que movieras un solo dedo

Admitió él rubio con una sonrisa traviesa, ambos se habían escapado después de que la gente empezará a acorralarlos un poco más por su ahora popularidad.

El jardín de la casa es enorme, y vaya que también es muy bonito.

─Créeme cuando te digo que igual quedé asombrado, ni yo sabía que podía bailar

Admitió después de unos instantes avergonzado, frotando ambas manos en busca de calor. La noche se volvía cada vez más fría.

─Te creó

Musitó levemente él rubio con una pequeña sonrisa, y un creciente sonrojo en sus mejillas.

Se veía hermoso, la fina camisa que descansa en su torso color rosa le hacía resaltar sus facciones y aquellos felinos ojitos, el marrón oscuro de sus iris brillaban a pesar de que la luz de la luna no era tan brillante, sus pomposos labios e hidratados le hacían cosquillas en el estómago, este chico es una deidad.

─Me llamó Sunghoon, Park Sunghoon

Mencionó con una tímida sonrisa, mientras extendía su mano hacía aquél chico y lo mira a los ojos. Las pestañas del chico revolotearon, haciéndole admirar su belleza aún más.

─Riki, Nishimura Riki

Mencionó él rubio de igual manera, ambos se sentían a gusto con su mutua presencia, gracias al chico bailarín su pena e incomodidad había cesado.

─Bailas increíble, Riki

Confesó con una sonrisa enorme, mientras se acercaba de a poco a él, notando como él chico bailarín no tenía intenciones de alejarse.

─Lo sé

Admitió él rubio con una orgullosa sonrisa, mientras dejaba que él se acercará, ambos sin dejar de mirarse.

─¿me enseñas más de esos increíbles pasos?

Preguntó juguetón, mientras acorralaba con sus brazos la cintura ajena, sintiendo las manos del rubio colocarse por las mangas de su camisa, rozando sus brazos con las yemas de sus dedos, y levemente apretarlos, aquella acción haciéndole erizar completamente el cuerpo.

─Déjame pensarlo

Musitó con una risita traviesa, mientras sus rostros se van acercando.

Continuará...