necesito un ¿Porqué?

2 0 0
                                    

- Pero como saben la fecha exacta del día de mi nacimiento si ni yo misma lo sé. No sabes nada de mí ni ellos tampoco y están dando por hecho cosas que ni yo misma sé.

- Saben más de lo que tú te crees, yo no sé tanto como ellos ya que soy un elfos sabio joven y nosotros no podemos asistir a las reuniones mas importante. Somos como quien dice aprendices y ellos nos dicen que podemos saber y que no.

- Pues déjame hablar con ellos, dejame preguntarle cosas, necesito respuesta.

-  Ya los se pero no puedes salir de esta sala, este sitio en el que estás es mi casa aquí estás libre ya que no hay ningún registro de ti si estás aquí dentro. En la tierra blanca vivimos todos los elfos sabios y cada uno tiene su casa. Todo lo que se mueve en estas tierras lo saben en el palacio blanco pero a su parecer te escapaste y te están buscando fuera de aquí ya que no hay ningún registro de ti. Pero si sales de aquí no tardarán mucho en saber que estás aquí y yo estaré muerto. Lo que he hecho por ti es traición y solo conseguirías mi muerte.

- ¿Porque me salvaste?

- Cuando los elfos sabios te trajeron aquí y te encerraron lo llevaban todo con mucho secreto pero algo se notaba en el ambiente, sabíamos todos que algo raro estaba pasando. Mi maestro no estaba como siempre algo raro le pasaba yo lo estaba notando y no pudo callarse y me explico de tu existencia sabiendo que eso no lo podía hacer pero era más el peso del secreto que el castigo.

- ¿Que te contó de mí? ¿Sabes algo que yo no sepa?

- Pues me contó que era cierto lo que decían que una elfa de cabello negro existía y que te tenía encerrada en las cápsulas de prisión. Que eras inofensiva y que iban a matarte o intentar acabar con tu mal antes de que dejaras de serlo.

- De verdad no os entiendo, pensáis que vuestras ideas siempre son la verdad y da igual destrozar vidas.

- yo no intento destrozar tu vida solo intento ayudarte.

- ¿Y cómo piensas hacerlo? ¿Dejándome encerrada?

- por ahora es lo que se me ha ocurrido. El día que te conocí supe que no eras el mal que todos dicen, cuando te mire a los ojos supe que no.

- recuerdo el día que te vi por primera vez, me mirabas y apartabas la vista, no decías ni una palabras y allí todo el que entraba no paraba de hablar. Me fijé en ti por eso.

- Es que cuando vi lo que estaban haciendo no pude verlo, no podía verte sufrir.

- Es que no entiendo porque estas marcas, sangraba durante días, todavía me sangran tres marcas que son las más recientes.

- son escrituras antiguas, en total son siete símbolos a ti te han puesto cinco no podía consentir después de verlo con mis ojos que te lo siguieran haciendo.

- Te lo agradezco de verdad pero no sé si esto me ayudará a salvarme. Yo creo que esto lo empeorará todo ya que lo pagarás tu también y no tienes la culpa de nada. Desde que nací todo el que se acerca a mi acaba muriendo o sufriendo hasta que me abandona y me quedo sola. No los culpo ya que yo también lo haría.

- cuéntame más de tu historia quiero saber, pero que sepas que yo no voy a dejarte sola hasta que sepa que estás a salvo.

- Pues no recuerdo muy bien mi infancia, mis recuerdos empiezan un poco más mayor, me criaron los elfos bajos no teníamos muchos recursos pero teníamos para vivir. Me crío una elfa que se llamaba Lisan y su marido Josep, tenían una niña de la misma edad que yo que siempre la he considerado como mi hermana. Lisan y Josep sabían de mi cabello pero nunca me trataron mal por ello. Para poder asistir a la escuela de elfos me pusieron pañuelos siempre tenía un pañuelo en el pelo, para los demás era un bicho raro pero mejor que llevar el pelo suelto. En ese momento no lo entendía y lloraba mucho. Mi hermana Suli me peinaba el cabello todas las noche y decía que era lo más bonito que había visto, como podía ella admirar mi cabello con su pelo rojizo de elfa. Tenía el pelo más bonito que he visto. Me encantaba los pelos rojizos de elfa, soñaba con un pelo así como el de ella. Todos me parecían bonitos los rubios, blancos, azules y morados. Cualquiera menos tener el mío. Buscaba de pequeña en los libros de los elfos o en la escuela alguien como yo. Pero nadie lo tenía. Mis padres creían que iban a poder solucionarlo todo con un pañuelo. Intentaron de todo me cortaron el pelo pero al día siguiente estaba el pelo crecido, me lo intentaron pintar y no pillaba ningún color.

- Entiendo lo mal que lo estarías pasando y esa sensación de soledad yo también la he tenido. Lo siento mucho

- Eso no es todo como sabes cuando los elfos llegan a su mayoría de edad lo califican, le hacen una prueba que tiene mucha importancia su pelo.

En la prueba le cogen un pelo y lo meten en el cajón dorado y ese cajón brilla y te dicen que don tienes y que dominas, vida, fuerza, agua, tierra, fuego, viento o magia.
Yo no sabía que en la última prueba hacia falta un pelo.
Aunque tengas el pelo que tenga hay elfos sin don que van a tierra baja y se convierten en elfos bajos.
Hay muchos que no llegan al último curso y se quedan en elfos bajos para siempre.
Mis padres me dijeron que no podía llegar al último curso que antes de eso me retirará y suspendiera.
Yo en ese momento no lo entendía y siempre le decía en el siguiente examen.
El último examen que me quedaba era antes de las pruebas del cajón dorado. Mis padres me dijeron que suspendiera y eso les dije que suspendí el último examen antes de la prueba, pero no fue cierto.

- Élia es por tu bien entiéndelo si todos ven tu pelo pues no sabrán donde colocarte y te encerrar de por vida o peor te mataran. Nunca han visto alguien como tú, no quiero que te hagan daño.

- Pero porque me van a matar mamá si es una prueba yo quiero saber qué elfa soy.

- Élia hay muchos que no lo consiguen y son felices aquí. ¿Tu no eres feliz aquí?

- si mamá muchísimo pero quiero saber.

- Élia tienes totalmente prohibido ir además has suspendido el último examen así que no te puedes presentar, sabrás que es tu hermana cuando vuelva de la prueba.

Y eso creía mi madre que había suspendido pero había sacado una de las mejores notas de la clase y tenía que saber que era y que dominaba para saber dónde está mi destino.

Así que cuando llegó el momento me escape y me fui al examen, al entrar había siete elfos sabios y éramos muchos los que estábamos allí para saber cuál era nuestro destino. Cuando vi salir a mi hermana no podía hablar con ella pero se la veía muy feliz y al poco rato me tocó a mí. Entre en la sala de los siete sabios y me empezaron a hacer la prueba.

El sabio de la derecha el que iba de marrón me dijo:
- introduzca un pelo en el cajón dorado el te dirá que dominas y así podrás saber cuál es tu destino.

Yo no sabía que hacía falta un pelo pera la prueba, ya entiendo porque mi madre me dijo que no viniera.
Me metí dos dedos por debajo del pañuelo y tire y conseguí uno de mis cabellos. Nadie se dio cuenta el color de mi cabello porque lo sujete con las dos manos para que nadie lo viera.
Y como ellos dijeron lo introduje dentro del cajón dorado.
Cuando mire el cajón dentro tenía una piedra blanca muy brillante que no sabía que era. Nunca había visto nada igual.

- ya señores elfos sabios ¿Y ahora qué?

- ¿Quién te ha dicho que tienes permitido hablar?

- lo siento

Todos me miraban esperando que algo pasará y yo igual pero nada paso. Ya sabía cuál era mi sitio ser una elfa baja pero antes de salir unos elfos se pusieron en la puerta para no dejarme pasar y uno de los elfos sabios que estaba, que por cierto era tu mentor me dijo que quería saber cuál era el color de mi cabello. Ya que lo tenía tapado.
Yo le dije que no hacía falta y que gracias.
Pero esos elfos me agarraron y me quitaron el pañuelo, todos cambiaron su expresión en la cara y se hizo el silencio. Después el elfo de la túnica verde se acercó a mí y a partir de ahí no recuerdo nada más. Aparecí en la cápsula.

- seguramente fue difícil, ahora descansa, te traeré comida y agua seguro que llevas mucho sin dormir. aunque deberías de darme aunque sea las gracias te he salvado.

- ¿Gracias? Me has salvado de esa cápsula para meterme en otra.

- Si realmente lo ves así lo siento pero no es ninguna prisión llevo toda mi vida en esta tierra y viviendo aquí y no he tenido ningún problema.

- Si tú lo dices. Llaman a la puerta o eso parece.

- El rector me dijo que fuera a las tres y media a su casa para ayudarlo en tu búsqueda ya que soy el mejor rastreador de todos, mierda lo había olvidado ahora qué hacemos. Cómo te vea aquí estamos perdido. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 09, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

ÉliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora