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SAKURA
Se encontraba de nuevo sola en esa habitación oscura, estaba vestida con un hermoso camisón de color negro algo provocativo para usar.
Una botella de sake en su mano la cual consumía y con la otra mano comía el que era ya su segundo tarro de helado de chocolate, sus ojos estaban hinchados de tanto llorar, agradecía que su hija se haya ido a la casa de su amiga Chōchō ya que no quería que la viera en ese estado.
Su propia hija le habia pidió permiso ya que ella sabía que ese día era el aniversario de sus padres y quería darles privacidad para que disfrutaran su día especial.
Esa era la razón por la cual la hermosa peli-rosa no paraba de llorar. Ese sentimiento la consumía, el solo recordar como preparo la cena con tanta felicidad y esmero, como decoro la mesa, como había decorado su habitación y como se había arreglado para el. El sentimiento de toda mujer enamorada, arreglarse solo para esa persona, pero ni siquiera poso su vista en ti.
Se sentó en la mesa donde las velas ya estaban consumidas y la cena fría, no quería comer el tanto llorar le producía asco por el torbellino de emociones. Vio la mesa por última vez y la rompió de un solo golpe.
*No importa lo que haga, nunca seré la gran cosa para el*
Se tiro en la cama y de nuevo ese vacío a su lado, se sentía tan sola que siempre pensaba en deshacerse de esa enorme cama y comprar una individual.
Se levantó de la cama tambaleándose un poco en el camino, para abrir el armario y sacer una camisa de color gris y se tiro en el piso, la camisa su olor y eso calmaba su soledad.
Lloraba y se sentía tan destrozada. Nunca se quejó de nada, porque sabía que estaba en misiones importantes y no quería ser una molestia, pero ese abandono no fue del todo mal su amada hija siempre la animaba.
Sin embargo, esta vez estaba tan ilusionada al saber que estaría esos días en casa. Se ilusiono sin motivo aparente, era su culpa, era una adulta y una madre, pero seguía actuando como una niña enamorada con ilusiones.
Miro por última vez el reloj viendo así que eran las cuatro de la mañana, se rindió y decido que no esperar más, el no llegaría, por mas que lo deseara, no la besaría y no le diría que la amaba...
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SASUKE
El se encontraba en la oficina del Hokage, organizando algunos papeles y viendo algunas misiones en las cual no tendría que dejar a su familia por mucho tiempo.
—Sasuke, deberías irte—dijo el rubio intranquilo al ver su amigo tan relajado.
—Cállate, nunca acabaremos si no paras de hablar—dijo harto de tanto papeleo.
—Dime Sasuke, ¿Cuál fue tu regalo para Sakura?—le pregunta soltando un suspiro.
Miro al rubio confundido por su pregunta.
—Te veo muy calmado, no me digas, ¿Lo olvidaste?—dijo el con una sonrisa de burla
—¿A que te refieres?—pregunta el harto de los parloteos del rubio.
—Hoy es tu aniversario con Sakura, sé que es hoy porque Hinata me dijo que le sugirió una receta para preparar esta noche—le aclaro y noto el rostro pálido de azabache.
El Uchiha abrió los ojos con sorpresa, ahora entendía el ánimo excesivo de la peli-rosa esta mañana, estaba más cariñosa y atente de lo normal. Se veía tan animada y feliz, recorvada a su hija reír por la actitud de su madre.
—Tu cara lo dice todo, alguien tendrá problemas—dijo el sintiendo lastima por su amigo.
Sin decir una sola parable salió por la ventana. Desesperado corrió entre los techos lo más rápido que pudo para llegar a su hogar.
El Uchiha temeroso abrió la puerta de la habitación que compartía con la peli-rosa. Encontró la habitación completamente desordenada, con botes de helado en el tocador y en la mesa que estaba a lado de la cama se encontraba tres botellas de sake. La vio tendida en el piso, sus ojos anchados y su boca con alguna que otra pequeña macha de helado.
Se sintió el ser mas desagradable al ver como abrazaba una de sus camisas y se le lleno de culpa. ¿Cómo para olvidar ese día?.
Paso su dedo por el rostro de la mujer con intención de quitar los restos de helado y esto la despertó. Lo miro con los ojos completamente vacíos y sin el distintivo brillo que emitían cuando lo veía.
Quito la mano del chico de un fuerte golpe. Se sorprendió por el acto ya que normalmente siempre que la tocaba esta le correspondía con una sonrisa cálida y más afecto, pero esta vez era diferente. Ella lo miraba dolida y su boca solo era una mueca de disgusto.
—Sakura...—no encontraba las palabras, solo podría verla...ver su gran dolor— No fue mi intención—lo interrumpió.
—Lárgate—fue una respuesta cortante y fría.
El Uchiha intento acercarse, pero ella solo lo miraba con desprecio.
-Déjame sola, es lo único que sabes hacer, huir de los problemas, es lo mejor que haces así que solo desaparece como siempre—le grito ella sorprendiéndolo.
Ella le dio la espalda y se cubrió con la manta hasta la cabeza mientras sollozaba. Sin más decidido darle su espacio.
*Perdóname Sakura...*
Salió de la habitación escuchando los sollozos de la peli-rosa y se dirigió al comedor.
Calentó la cena y se llevó la cuchara a la boca...sí que estaba delicioso como siempre, pero nunca se lo dijo...
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Migajas De Amor
Roman d'amourSakura se cansa de siempre recibir las pocas migajas de amor del Uchiha, esto los llevara a un gran progreso como pareja, donde ambos aprenderán a entender y ser empáticos con el otro. Su pequeña ensalada les ayudara en el progreso y entonces la fa...