III (Final)

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Apenas se marcharon del Chocolat, Wang solicitó los detalles de lo sucedido. Wonwoo relató la historia de su cacería a través del bosque. Mingyu escuchaba desde el asiento trasero del auto, en silencio. Había visto al monstruo con sus propios ojos, y saber que el chico lobo había perseguido y enfrentado a dos de ellos, y acabado con uno, lo hacía aún más sorprendente y espeluznante.

—Vira a la derecha en la próxima esquina —indicó Wonwoo. 

Wang asintió. El camino se volvió rocoso e inestable y pronto divisaron los primeros árboles. 

—Detente allí —dijo Wonwoo, apuntando una zona bajo un árbol —. Si regresó a la cueva, oirá el sonido del motor y lo pondremos en alerta. 

—¿Realmente cree que esté en la guarida? —preguntó Wang —. Los gusanos cazan de noche y duermen de día.

—Sí, estoy seguro —dijo Wonwoo —. Está herido y necesita recuperarse —explicó —. Además, sabe que vendré por él. 

Wang asintió. Estacionó el auto y los tres bajaron de él. Wonwoo abrió la cajuela y él y Wang extrajeron el pequeño arsenal que habían adquirido en el Chocolat. Wonwoo cogió un par de automáticas, que puso en el arnés que llevaba en el torso, junto con un par de cargadores, un cuchillo de hoja fina, y lo que parecían ser granadas. Por su parte, Wang tomó un rifle de asalto M16 con sus respectivas cargas, un par de cuchillos, bombas de humo, y el lanzagranadas, que cargó en su espalda.

—¡¿Llevarás esa cosa?! —exclamó Mingyu, sorprendido.

—No es fácil matar a un gusano adulto —respondió Wang.

—Es verdad —confirmó Wonwoo —¿Sabes usarla? —preguntó, alzando una automática.

Mingyu asintió. De niño, su padre (un ex militar del ejército nacional) lo había instruido en el uso de armas de fuego, con la esperanza de que siguiera sus pasos y se uniera a las fuerzas especiales. Mingyu no estuvo de acuerdo. Él deseaba salvar vidas, no quitarlas. Por eso estudió medicina en primer lugar. Sin embargo, aún recordaba las instrucciones para disparar una de esas. Y dada la situación en la que se encontraban, la opción de negarse era prácticamente un suicidio. Así que cogió el arma y un par de cargadores extras, además de una linterna, y un pequeño bolso en el que había puesto gasas, agua envasada y suturas cutáneas adhesivas. Wonwoo lo observó.

—¡Veo que tomas muy en serio eso de ser médico! —comentó, un tanto divertido. 

—¡Por supuesto! —respondió Mingyu, sonriendo de medio lado —¡Nunca sabes cuándo podrían requerir de tus servicios —agregó, guiñando un ojo. 

Wonwoo sonrió también. En ese momento descubrió que ese humano le agradaba mucho, más que cualquier otro que hubiera conocido. Era una mala señal. Siendo niño, aprendió de la forma más cruda cuán crueles y despiadados podían ser los humanos, y que confiar en ellos era un error que podía costarle la vida. Por eso, evitaba cualquier tipo de relación con ellos más allá de lo estrictamente profesional. Sin embargo, y por algún motivo que desconocía, se sentía muy cómodo con la presencia de este humano en particular. Aún cuando su cerebro le repetía que no debía acercarse demasiado, sus instintos le decían que Mingyu era diferente a los demás. Por supuesto, no era el momento ni el lugar adecuado para intentar descubrir cuál era la causa de su fascinación por ese extraño humano, así que continuó con su tarea de armarse todo lo posible para acabar con el gusano. 

MOONLIGHT (Minwon//Spin off Devil Side) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora