Mi vecina

Capitulo 20

Narra Sharon

-Necesitamos a Jake... y rápido.

Esas palabras me dejaron helada. ¿¡Acaso se había vuelto loco!?

Sentí a Paúl tensarse a mi lado-¿no crees que las bromas están de mas por ahora, Esteban?

-no, esto no es broma... es su cura

La tensión es bastante grande y mi situación no la mejora en lo absoluto -¿donde...

-Aquí- me da un libro desgastado, sin siquiera abrirlo un escalofrío recorre mi espina dorsal y se que el tiene razón.

...

No sabia que era peor ¿si saber que iba a morir o tener que estar en la misma sala con Paul y Jake? al parecer la segunda ganaba por mucho.

-No crean que estoy aquí para ocasionar daños, si yo quiero hacer algo simplemente lo planifico con antelación... lo mio es mas teatral- ríe- ¡muy bien, ya podemos comenzar con la "recuperación"!

Saca un pequeño maletín con jeringas y algunas botellas.

Paul no deja de mirarlo ni por un segundo. Me hace señas para que me recueste en la silla acolchada. Vacilo unos segundos -vamos querida, no te voy a comer- dice descaradamente

La jeringa pasa por mi piel y todos mis sentidos se activan. Siento el líquido que me da escozor y me hace retorcer, de pronto comienzo a ver todo de color rojo. Es como si mi vista se hubiera inyectado de sangre.

Mi respiración es entrecortada y todos comienzan a decirme cosas, pero no puedo oírlos.
-¡AYUDENME! - todos permanecen congelados. Me levanto y comienzo a observar mi brazo que ahora se torna negro.

Intentó quitarme la jeringa, pero una mano me detiene -¡eh! ¡Eh! Preciosa. Ni se te ocurra- una sonrisa asquerosa se plasma en su cara. Intentó moverme pero al parecer, lo que sea esto, me ha dejado inmóvil y sin poderes.

-¿¡qué me has hecho, basura!?

-oh! ¿La pequeña quiere matarme? Pfff, dentro de unas pocas horas solo querrás defenderme a muerte. Para tu información; yo siempre hago cosas que me den un beneficio, y esto no iba a ser la excepción. Tú, mi preciosa Sharon, eres precisamente la pieza final de este rompecabezas. Nosotros estábamos planeando esto con suma precisión.

Me quedo helada. ¿Nosotros? ¿Quiénes?

-¿D-de qué hablas?- se queda a centímetros de mi boca, suspira.

-¿porque no vienes y le explicamos todo?- le da la vuelta a la silla y siento todo derrumbarse. Ahí estaba, llevaba una túnica negra y el símbolo oficial de los hechiceros. - Sharon, te presento al autor de toda esta obra... James.