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︎ ︎ ︎ ︎ ︎ ︎ ︎놓 ★ yoongi es un omega de tipo
︎ ︎ ︎ ︎ ︎ ︎ ︎dominante. nunca ha habido un alfa
︎ ︎ ︎ ︎ ︎ ︎ ︎que pueda darle una orden y esperar
︎ ︎ ︎ ︎ ︎ ︎ ︎a que yoongi la cumpla, y eso a él
︎ ︎ ︎ ︎ ︎ ︎ ︎parec...
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Min YoonGi es un Omega Dominante, y eso le enorgullece en grandeza.
Aunque no siempre fue así.
De pequeño y conforme crecía, pensaba que saldría a la luz cómo un Alfa, cómo su padre, quién era el ejemplo perfecto de un buen Alfa: firme, fuerte, honrado y amable, sobresaliente en dónde sea que estuviera. Siempre portándose bueno y bondadoso con su familia y con la gente en su entorno, por lo que YoonGi lo admiraba y deseaba ser cómo él.
YoonGi siempre presentó una baja, (casi nula) vulnerabilidad ante las feromonas y presencia de los Alfas. Jamás obedeció una orden de parte de alguno que no fuese su padre, y obedecía las de este no porque fuera uno, si no porque era su padre y tenía que hacerlo. Ese y más aspectos le hicieron pensar con seguridad que sería un Alfa.
A la edad de 7 años, y cómo era habitual para todos las personas, YoonGi fué sometido al primer estudio que revelaría a qué grupo dentro de la jerarquía permanecía. El pequeño estaba emocionado, ya anticipaba leer un "Alfa" en la parte superior de su exámen médico; pero tal fue su confusión y sorpresa al ver que en lugar de eso, el papel lo nombraba cómo un Omega. YoonGi no estaba de acuerdo, y no tenía ningún problema con los Omegas, sólo que tenía la certeza de que no era uno, poniendo totalmente en duda los resultados de esa prueba.
Creció sin poder resolver ese dilema que lo atormentaba día y noche, y que también le dificultaba relacionarse correctamente con las demás personas por la confusión e incomodidad que su identidad le provocaba. Después de un tiempo, y harto de sentirse así, un día se posó frente a sus padres y les pidió que le dejarán volver a realizarse los estudios de revelación, en una clínica especialista, más certera y profesional. Sus padres se negaron al inicio, pero al ver la angustia en la mirada de su pequeño, no tuvieron de otra más que acceder.
Fué así cómo a la edad de 15 años, y sin haber pasado por su primer celo aún, YoonGi se realizó por segunda vez esos estudios. Sentado estaba frente al escritorio del médico acompañado de su madre, sin poder contener su nerviosismo, visible en sus manos y pies, los que no dejaban de moverse. Finalmente, el médico regresó y le entregó la hoja principal al chico, la que mencionaba sus resultados en un primer plano. YoonGi los tomó.
─¡¿Omega?! ─Preguntó, aún como si no hubiera leído ya la respuesta que estaba escrita con claridad en los papeles en sus manos. ─¡Eso no puede ser! ─YoonGi dejó salir un gran suspiro de frustración, incrédulo, leyendo una y otra vez el texto en las hojas. Su madre, que por cierto, era una beta de genes dominantes, acarició su espalda y le propinó un beso en su mejilla.
─Ya lo ves, amor, deja de martirizarte. ¿O acaso no te alegra saber que puedes tener cachorritos? ─El pelinegro se removió, incómodo por la pregunta de su madre y la mirada del médico.
