Second Chance

III

Second Chance

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Parte III

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Tema dado por hacer spoilers : Salto en el tiempo.

(Sí este fue un reto que me dieron por hacer spoilers de una imagen jajaja)

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~Advertencia: AU, Personajes terriblemente OOC~

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Las palabras iban y venían llenando el ambiente. Tres veces al año, los caballeros de la integridad se daban cita ante el monarca para rendir un extenso informe de trabajo sobre el lugar que custodiaban. Aquel era un reino amplio, lleno de pueblos perdidos, el territorio iba haciéndose más grande con cada nueva batalla que ganaban, y sin la valiosa ayuda de los caballeros, al joven rey le resultaría difícil, por no decir imposible, mantener a toda la plebe bajo su yugo.

Aquellos guerreros no solo representaban la fuerza militar más poderosa y bárbara que pudiera existir, sino que también se dedicaban a gobernar y cuidar el sitio que conquistaban.

Era, por tales motivos, imprescindible mantener a rajatabla esas juntas con cada uno de ellos.

La agenda real se volvía larga y pesada. Y sin duda, ese día, parecía más tediosa y aburrida que nunca. Hasta el aire que rodeaba el recinto parecía viciado. Ni hablar de que llevaban reunidos allí dentro más de cinco horas y su estómago estaba recordándole que no había probado bocado desde el desayuno.

Advirtió un ligero movimiento a su costado derecho y se giró. La acción podría resultar invisible para cualquier otro, menos para él. Detuvo las palabras del capitán Bercouli alzando la mano, ocasionando que todos guardaran silencio.

—¿No te sientes bien?

La reina dirigió su cansada mirada hacia él, sus mejillas estaban muy pálidas, y pequeños mechones semejantes a relámpagos de fuego se pegaban a su frente orlada de pequeñas perlas de sudor.

—Nauseas... —musitó en un susurro, aceptando la mano masculina que cariñosa se posó en la mitad de su espalda.

El embarazo no se le notaba aun, y con el volumen exagerado de sus faldas, era menos evidente. Para el resto de oficiales y personajes importantes del reino, aquella era una noticia que desconocían.

—Fanatio —la nombró el monarca sin titubear, inmediatamente los dorados ojos de la imponente mujer se clavaron en él —Escolta a la reina a sus aposentos y asegúrate que descanse.

—Pero señor... no es necesario.

La nombrada se acercó a su monarca en silencio, presurosa en cumplir la orden, ignorando las palabras de la joven pelirroja, quien se negaba a abandonar el recinto.

—Asuna —este levantó la voz y la ayudó a ponerse pie, entregando su mano a su segunda escolta de más confianza —Llévala.

El resto de presentes se puso inmediatamente de pie mientras la preciosa reina abandonaba entre pequeñas quejas, la sala de reuniones.

La puerta se cerró inmediatamente y los ojos plateados del rey aún se detuvieron, turbados, por donde su esposa había desaparecido. No era que no confiaba en Fanatio, pero prefería que fuera Alice quien ocupara su lugar.