Capitulo 4

6 4 0
                                    

EL FINAL

Purgatorio IV

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Purgatorio IV

Despertó. Su pecho subiendo y bajando en una respiración agitada. De nuevo había recordado aquella pesadilla que había vivido. Lágrimas corrían por sus mejillas intentando mitigar su dolor, aquel que sabía que nunca desaparecería.

Él se había ido. Su Syaoran había muerto.

Intentaba comprenderlo, intentar de alguna manera que la idea fuera más fácil de sobrellevar, pero era imposible. No podría vivir sin él. Su vida era él.

El llanto de su pequeño bebé le trajo a la realidad de golpe. Tenía que lograrlo, por aquella pequeña que había nacido del amor de los dos.

Y aquel terrible sueño donde le veía a sus pies con el rostro apacible, como si estuviera simplemente dormido¿le hacía el día más fácil de sobrellevar¿O era lo contrario?

Meció a su pequeña en sus brazos hasta que durmió nuevamente. Siempre que comenzaba a llorar su bebé hacia lo mismo. Era como si adivinara que ella se encontraba con ganas de dejar de vivir.

La melancolía la rodeaba a cada instante, veía a sus compañeros de habitación y notaba con tristeza que todos estaban igual. Todos tenían por quien llorar. Familias rotas, personas que se habían vuelto locas por tanto sufrimiento. Ella aún se preguntaba cómo no había terminado así. Suponía que era por su pequeña, que ahora era todo lo que conservaba de Syaoran. Ni siquiera algún detalle de él conservaba. Todo permanecería en sus recuerdos.

El dolor de perder a su mejor amiga era nada comparado con el que me quemaba por dentro al recordarle a él. Sin embargo, la extrañaba. ¿Qué habría pasado con ella¿Habría sufrido? Anhelaba que todo hubiera sido en un pestañeo de sus preciosos ojos azules y al siguiente simplemente desaparecer. Ella y el ángel que llevaba en su vientre.

Temía encontrarse un día con que no podría más y entonces quitarse la vida. Quería acompañarle a él, pero sabía que jamás le perdonaría dejar a esa nueva vida sola en el mundo, y no quería llevarla con ellos.

Viviría. Por su hija, por él, por la familia que hubieran formado.
Viviría sin rencores contra aquellos pilotos que habían cumplido órdenes.
Viviría sin odiar a aquel hombre tan empapado de poder que nunca analizó el hecho de lanzar algo tan destructivo contra hombres, mujeres y niños. Que no se detuvo a pensar en el enorme daño que causaba hacia sus semejantes por poder.

Intentaría borrar de su memoria detalles que no le servirían más que para amargarle lo que le restaba de existencia. Ahora debía luchar para que esa masacre nunca volviera, para enseñarle a su hija lo buen padre que hubiera sido Syaoran. La hermosa familia que pudieron tener si el afán por el poder no hubiera sido tan grande...

Después de tantos años, de vez en cuando despierto con la firme idea de terminar mi existencia. Sin embargo, sé que no es el momento todavía.

Nunca recuperé mi sonrisa, esa que tanto le gustaba. O aquel brillo en la mirada que a él le había cautivado. Aún puedo recordar cada pequeño detalle de su rostro, el aroma de su piel, el sonido de su voz. Sentirlo acariciar mis mejillas cuando lágrimas bajan por ellas por pensar en él.

Viví junto a mi padre y hermano que tuve la fortuna de encontrar en Tokio poco tiempo después. Agradezco tanto que hayan dejado aquella ciudad en su momento.
Aprendí a valerme por mí misma; le enseñé a mi hija a ser buena madre para sus hijos, buena esposa y buena ciudadana.

Tal vez la vida decidió quitarme lo que más amaba en el mundo pero me ofreció a cambio que ella y yo obtuviéramos poco de la radiación, y seguir adelante.

Ahora lo único que puedo hacer es esperar que ésta termine... para reunirme con él. En un lugar donde no hay guerra, en un lugar donde no hay pesadillas. En un lugar donde no habrá porqué llorar, en donde no exista el dolor. Donde el infierno y el limbo jamás llegarán, ni en aves de metal ni en forma de luz. Donde sólo existirá paz y serenidad. Donde estaré siempre junto a ti, mi amor, Syaoran.

Limbo ,Cielo ,Infierno y purgatorio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora