Parte 5.- Pesadilla sin fin

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Durante un mes, los orgullos de Yunmeng lucharon contra la energía resentida que inundaba los túmulos Funerarios.

Las heridas de Jiang Yanli la convirtieron en el huésped más cómodo para las almas en pena que la hacían revivir una y otra vez su sufrimiento. Yanli permaneció la mayor parte del tiempo inconsciente o alucinando, sus hermanos, un poco más fuertes lograron sacar a los fantasmas de su cuerpo, pero no de su mente.

Habían conocido hacia poco a un discípulo de una secta lejana que había salido del Abismo sin fin y que una vez regresó al mundo del cultivo tuvo demasiados problemas por la energía resentida de la espada demoniaca que poseía.

En un momento sonó fantasioso, sin embargo, ahora entendían que lo que aquel valiente joven había vivido.

Su cordura pendía de un hilo, lo único que los regresaba a la realidad eran los sollozos y aullidos de los otros, el frío extremo y el hambre.

Para la quinta semana en los túmulos Funerarios, Wei Wuxian encontró que el pedazo de metal que Yanli llevaba consigo parecía ser atraído por algo.

-¿Y si es una trampa?- cuestionó Jiang Cheng- No sabemos de dónde salió o como lo obtuvo shijie.

-Estoy seguro que fue Wen Zhu Liu.

-Por eso mismo no me da confianza, es tan extraño, haz visto como se ha unido a la energía de Yanli.

Una vez recuperaron la conciencia, se encontraron con que Yanli estaba firmemente conectada con la extraña pieza, pero la mantenía tan aferrada a su pecho que no podían analizarla.

Jiang Cheng cedió el día que vomitó demasiada sangre como para creer que podría vivir otro día. Se turnaron para cargar a Yanli mientras seguían la dirección que aquella pieza indicaba. Se agitaba violentamente si iban en la dirección correcta y se quedaba quieta si no.

Cada día se internaron más en la montaña hasta que llegaron a unas cuevas, los cadáveres se cientos de cultivadores (ya que todos murieron sujetos a sus espadas), yacían en el suelo en largas filas, como su una onda los hubiera lanzado antes de momificarse. Dentro de una cueva encontraron una único calavera más, dentro de lo que fue una mano, encontraron la otra mitad de metal.

-Al parecer la cordura persigue a los Wen pero ellos son más rápidos- comentó Wuxian refiriéndose a las historias del antepasado Wen que perdió la razón y acabó con muchos clanes, incluido el suyo, y su propia vida. Exactamente igual que Wen Ruohan.

-Estamos aquí...¿ahora qué?- preguntó el menor, a lo que Wuxian negó.-Espera aquí, iré por el- exclamó Jiang Cheng dejando sobre los brazos de Wuxian a su hermana.

-Ten cuidado.

Realmente no sabían que esperar de esta búsqueda, tal vez una salida, aunque solo se habían internado más en el bosque.

Jiang Cheng se acercó al cadáver y lo vio con enojó.

-Mas te vale que esta mierda sea importante, si muero iré a buscarte y te atormentare- sin mucha delicadeza tomó la pieza del cadáver y en cuanto lo tuvo en sus manos un fuerte silbido resonó por todo el lugar.

De no ser cultivadores, el sonido los habría dejado inconscientes, sin embargo no evitó que sus oídos sangraran.

-¡Acercate!- le gritó Wuxian.

Sacando fuerza sobrehumana Jiang Cheng luchó por acercarse a sus hermanos, además del silbido, la montaña era golpeada por violentos aires. Wei Wuxian estiró su mano para alcanzar al menor,y acercarlo.

Una vez los tres reunidos ambas piezas de metal se unieron por si mismas lanzando un fuerte rayo de luz roja hacia el cielo que luego liberó una onda de aire que lanzó hacia atrás a los hermanos.

Al pie de la montaña, en distintos puntos de Yiling, Madame Yu y Wen Zhu Liu observaron esto, al igual que muchas otras personas, un rayo de esperanza renaciendo en ambos.

Sin embargo, el resto de Yiling estaba asustada, desde su punto de vista eso solo era un mal augurio, y no se equivocaban.

Lotos RojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora