Una mañana de 2019, Tulio y Joaquín se encontraban en dirección. Habían tenido una pequeña (grande) pelea.
- ¿Qué pasó aquí? - preguntó la profesora corriendo hacía ellos -. Hey, uno por uno, ¿entendido? - añadió cuando ambos empezaron a hablar al mismo tiempo -
Ambos asintieron con la cabeza
- Me gustaría escuchar a Tulio - dijo ella, viendo al muchacho, pálido, con rasguños en el rostro -
Joaquín estaba asustado. Él había iniciado todo y no dudaba en que Tulio diría la verdad o algo más exagerado. No podía creer que fueran a escuchar primero la versión de Tulio, el había empezado todo aquello. No quería imaginar todas las mentiras que diría acerca de lo que sucedió y como iban a creer todo lo que dijera, porque Joaquín jamás había sido un buen estudiante como él y siempre que Tulio se metía en líos salía ganando.
- Fui yo el que empezó todo. - dijo Tulio, bajando la cabeza para contemplar sus pies -
Joaquín no sabía que pensar. ¿Era una trampa? ¿Le pediría algo a cambio luego?
- Joaquín, ¿eso es cierto?
Lo dudó por un momento, pero finalmente asintió con la cabeza.
- ¿Se puede saber el por qué? - preguntó, la profesora -.
Joaquín no quería decirlo. Fue por algo muy tonto. Fue por una niña.
- F-Fue por Camila... - contestó Tulio, antes de que Joaquín pudiera decir palabra alguna -.
Camila era una niña castaña y muy amigable. La mayoría de los niños del salón estaban enamorados de ella, entre ellos, Tulio y Joaquín. El rostro de Camila se puso totalmente rojo al escuchar aquellas palabras. Estaba muy avergonzada.
- Niños, esto no está bien de ninguna manera... Lo siento mucho, pero tendré que llamar a sus padres. - y, tras decir eso, salió del salón -.
Todo el salón volvió a lo suyo después de unos minutos incómodos.
- ¿Por qué lo hiciste? - preguntó Joaquín, levantando la mirada para mirar fijamente a los ojos claros de Tulio -.
Hubo un silencio.
- ¿A qué te refieres?
- Sabes a que me refiero, no te hagas el idiota.
- No me insultes, puede que cambie de opinión. - le dijo Tulio, en tono amenazante -. Y lo hice porque podrías devolverme el favor en algún momento. - añadió, al ver que esa no era la respuesta que Joaquín esperaba -.
En ese momento el padre de Tulio y la madre de Joaquín, entraron al salón en busca de sus hijos. En el camino, cada uno de ellos, recibieron una larga charla acerca de lo mal que estuvo todo aquello. Estaban cansados, solo querían llegar a casa y descansar un rato. Pero algo no dejaba en paz a Joaquín. ¿Por qué su enemigo desde que tiene memoria había hecho eso? El realmente no creía que era "para devolverle el favor... no, para nada. Creía que era algo más, pero no tenía idea de que... ¿Tal vez, después de mucho, quería hacer las pases con él? No lo sabía, y no pudo contestar su duda porque, antes de que pudiera llegar a casa, se había quedado completamente dormido.
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