Capítulo 3

321 44 4
                                    

La tarde del día siguiente Junmyeon vuelve a aquel bar. Es su día libre y tiene tiempo suficiente para esperar por aquel joven. Necesita su gafete para ir al trabajo mañana temprano, y Sehun lo tiene.

Espera, realmente espera que esté ahí, aunque no le molestaría faltar al trabajo con el pretexto de estar enfermo. Oh, claro que está enfermo de amor por Sehun.

Sorprendentemente, el asiento donde se sentó la tarde anterior está libre, lo toma y espera paciente —por dentro está muy desesperado— la llegada del muchacho alto. Voltea hacia la puerta de entrada y nada. Una mano en su hombro le provoca un sobresalto, gira la cabeza y sorpresa, desgraciadamente no es él.

Es otro sujeto, alto también, de cabello algo claro y de traje, bien perfumado y de buen ver. Dioses, ¿en serio él pensó eso?

—Eres Junmyeon Kim, ¿cierto? —dice y él duda en responder, aun así, lo hace.

—Eh, ¿sí? Y tú eres...

—Oh Yeon-seok —Junmyeon asiente, aún dudoso.

—Toma —le dice extendiendo su mano. Es su gafete. —Sehun no puede venir hoy, vine en su lugar a devolverte esto —señala el pequeño plástico—, ahora, me voy.

Se dirige hacia la puerta, Junmyeon le alcanza:

—Espera, ¿cómo es que tú lo tienes? —algo molesto, tal vez, pregunta a Yeon-seok.

—Sehun me lo dio —arquea una ceja y como ayer, Junmyeon se siente idiota ante lo obvio. —Tranquilo, todo tuyo. Sólo una cosa, —continua— le haces algo, y todo el gobierno coreano irá tras de ti.

Sonríe y Junmyeon no sabe que decir.

—¿Qué eres tú de él?

—Su hermano mayor, Kim Junmyeon.

Se marcha por fin y Junmyeon siente que se ahoga con su propia saliva. ¿Por qué se siente así?

Era difícil decir lo que sentía por Sehun. Llevaba ya tiempo de conocerlo, habían pasado meses desde el día en que conoció a su hermano mayor y todo había cambiado también. Seguía sin saber por qué fue Yeon-seok quién le entregó su gafete ese día, Sehun se negaba a decirle. Bueno, más bien era que las primeras veces que Junmyeon se lo preguntó fue ignorado totalmente por el muchacho de rizos, y preguntarle a Yeon estaba descartado, debía admitir que el hermano mayor de Sehun le daba algo de miedo.

Dejando eso de lado Junmyeon pensaba que también, eran pocos los meses que tenían de conocerse y Sehun no le tenía la suficiente confianza, tal vez era algo serio y decírselo con tan poco tiempo de haber dejado de ser extraños ambos sería algo... ¿raro? No lo sabe. Dios, no sabe nada ya.

Sólo hay una cosa quetiene bien clara, una cosa que sabe a la perfección: Le gusta mucho —muchísimo—Oh Sehun.

Sólo hay una cosa quetiene bien clara, una cosa que sabe a la perfección: Le gusta mucho —muchísimo—Oh Sehun

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Yoo Yeon-seok y Sehun.

Gay Bar | SeHo AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora