Manjiro Sano I

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¡Hey! ¡Hola! ¿Cómo estás? Adelante, siéntate y ponte cómodo en ese sillón...

¿Qué? Preguntas: ¿Qué vamos a hacer aquí? ¡Ja! Bueno, es una historia muy graciosa, que dejara en vergüenza repetidas veces a cierto personaje, pero ¡shh! No le vayan a decir porque se apena.

Escuchen bien, les voy a contar la verdadera historia de cómo Draken se dió cuenta de qué era todo un Simp, no le crean cuando él dice que fue decisión propia o cuando dice que solo le gusta admirar ¡No! Todo tiene un inicio y cuando Ryuguji descubrió el suyo quedó perplejo.

Por qué tanto él como ustedes saben muy bien que al caer en ese mundo de simpatía ya no tendrás salvación o redención y a partir de esa fecha toda la vida te cambiará a un nuevo amanecer que te ilumina cosas antes no vistas. Pero no demos más vueltas en el carro...

~ La persona que hizo a Draken darse cuenta de su naturaleza no fue nadie más ni nadie menos que Mikey: El invencible Mikey, él le abrió los ojos o mejor dicho lo "Condenó a esa vida de sufrimiento eterno". De hecho no había otra persona para el papel, solo podía pertenecerle al joven que cuida las 24h del día, los 7 días de la semana.

'Comenzando de que lo hace por gusto eso ya era un factor bastante sospechoso' pero ajá.

El mundo se le puso de cabeza una tarde de invierno, un fin de semana rutinario, dónde tanto Mikey como él caminaban por la misma ruta donde sabían que pasaría cierto chico llorón que el más bajo quería ver, solo para encontrarselo por "accidente" toda una estrategia que Ryuguji no supo cómo se le ocurrió a Mikey, hasta que se enteró que fue idea de Shinichiro y Emma.

Por la estación en la que estaban era normal que hiciera frío, al menos el suficiente para enrojecer las mejillas, nada grave pensó Draken y ese fue su error. Cómo Manjiro estaba apurado por salir olvidó llevar su bufanda consigo así que gran parte del camino se la paso quejándose del frío del invierno, así que su persona no tuvo más opción (quería dársela) que entregarle la suya al quejón.

- Ten, Mikey, una bufanda.

- ¡Ah! Muchas Gracias, Ken-chin - rápidamente Mikey envolvió su cara y su cuello en la bufanda roja que se le dió, se denotaba como disfrutaba de nuevo del calor.

"Que lindo" Pensó Draken antes de jalarle suavemente una de las mejillas al rubio.

- ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ken-chin! ¡Le haces daño al niño!

"Que tierno"

- Niño que olvidó su propia bufanda y se moría de frío por irresponsable, ahora yo me congelaré por tu culpa - fastidio levemente a pesar de que la temperatura actual no le molestaba realmente.

- Pero tú estás grande y dices tener músculos ¡Úsalos! - fue la excusa perfecta que planifico el Sano.

"¿Cómo puede ser tan molesto y...?"

- ¡Ah! ¡¿Y no se supone que tú eres el invencible Mikey?! ¿El capitán de la Toman? ¿Él número 1? - argumentó con la intención de molestarlo.

- Ahorita no jóven, estoy fuera de servicio.

¡WTF! Era su expresión al tratar de contener la risa provocada con su cara de extrañeza fingida.

- ¿A sí? Y dime entonces ¿A quién estoy cuidando yo? Por qué le prometí a Shini-nii que cuidaría a su hermanito.

- Ay, Ken-chin ¿Ni eso sabes? O sea ¿Tú andas con extraños así por la calle? Que peligro y dices llamarte "responsable" - el final lo remarcó con pereza mientras bostezaba con algo de flojera.

"Este enano"

- ¡¿Cómo es que puedes decir tanta pendejada junta?! - ese era un misterio para Ryuguji, Mikey siempre decía cada cosa, que hasta el comenzó a reírse de eso cuando antes le regañaba o le miraba extrañado.

Draken: El Simp de los Sano's y sus cercanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora