⌦ 29 - 𝓨𝓸𝓾𝓻𝓼, 𝓶𝓲𝓷𝓮

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Shotaro

















¿Y qué tal vas con Jaehyun? le pregunté a Taeyong quien miraba su teléfono muy feliz ─ Tu cara me dice que estás hablando con él.

Taeyong se sonrojó apagando su teléfono para acercarse a mí.

─ ¡Creo que va a pedirme al fin que seamos novios! ─ chilló emocionado haciendo que cubriera mis oídos.

─ Eso es genial, Tae. ─ dije abrazándolo ─ Lo juzgué mal, si tenía sentimientos.

─ Si te soy sincero, también lo creí. ─ confesó ─ Pero con el tiempo me di cuenta de que era la cosa más linda y dulce del mundo.

Reí por la actitud enamorada de mi amigo, nunca lo había visto así. Estoy feliz por él.

─ ¿Y tú y Sungchan? ─ preguntó con una sonrisa pervertida ─ ¿Ya lo hicieron?

─ ¡Taeyong! ─  dije sonrojándome hasta las orejas ─ No aún, no me siento preparado.

─ Me cuesta creerte. Si cuando bebes de más te pones cachondo y dices el nombre de Sungchan, incluso peleas y haces berrinches para verlo.

Mi rostro no podía estar más rojo.

─ Solo fue una vez. ─ corregí.

Una noche de navidad Dejun, Taeyong, Kunhang, Yukhei, Chaehyun, Hikaru y yo nos encontrábamos en la casa de Taeyong, solo nosotros como una reunión de amigos. Dejun había invitado a Kunhang, ambos tenían una linda relación de tres meses, Yukhei quien se había convertido en uno de mis mejores amigos, Taeyong invitó a su amiga Chaehyun que se fue volviendo muy cercana a nosotros y Hikaru, una linda chica que vino de intercambio de Japón, que luego de ser su guía nos volvimos muy amigos.

Todo era muy divertido, teníamos golosinas, frituras, música y por supuesto alcohol, pero como no soy muy bueno con este, al tercer vaso ya me encontraba ebrio y mareado.

Según mis amigos, me caí cinco veces,  vomité dos y llamaba el nombre de Sungchan cada cinco segundos, no lo creía así hasta que lo vi. Sí, Taeyong había grabado todo lo que hice en mi estado de ebriedad, sin duda algo que nunca olvidaré.

─ Los ebrios siempre dicen la verdad, Taro. ─ dijo Taeyong con una sonrisa burlona ─ ¿Quieres que te vuelva a mostrar el video?

Golpeé su rostro con una almohada.

─ Te dije que no usaras eso en mi contra. ─ me quejé.

─ Pero si sales muy bien para estar ebrio.

─ No hables más de eso. ─ le pedí avergonzado ─ Acordamos que nunca jamás volveríamos a hablar de ese horrible día.

─ No lo acordamos, lo acordaste tú solito, pero como nunca te hacemos caso. ─ lo fulminé con la mirada.

─ ¿Cómo es que seguimos siendo amigos? ─ bromeé a lo que él sonrió con arrogancia.

─ Todos me aman, Taro. Es imposible dejarme ir. ─ dijo seguido de un guiño.

Lo miré por varios segundos y sonreí. Taeyong era un gran amigo, uno que no cambiaría por nadie, él mismo lo ha dicho; es único y especial.

─ Te quiero, Tae. Eres un gran amigo, gracias por haber estado conmigo incluso en los peores momentos, por apoyarme y sobre todo aconsejarme.

Taeyong me miró dibujando una sonrisa en sus labios.

─ También te quiero y como tu mejor amigo siempre estaré para ti, siempre sin importar qué, puedes contar conmigo baby.









[...]








─ Channie. ─ canturreó Shotaro en el oído de Sungchan ─ Tengo hambre, cocíneme.

Sungchan lo miró con una sonrisa y besó tiernamente sus labios.

─ Ambos sabemos que, entre tu y yo, tú cocinas mucho mejor, bebé.

Shotaro frunció el ceño haciendo un adorable puchero.

─ No me puede poner a cocinar, esta es su casa, yo soy su invitado. ¿Recuerda, hyung?

─ Lo sé. ─ sonrió, dejando ver sus lindos colmillos ─ Solo jugaba contigo.

Sungchan se levantó dirigiéndose a la cocina. Buscó en el refrigerador y sacó una pizza que tenía guardada para ocaciones especiales, la tomó y la metió al microondas.

─ ¿Pizza congelada? ─ preguntó Shotaro abrazando a su novio por detrás recostando su cabeza en su hombro.

─ Lo siento, bebé. ─ Sungchan dejó un besito en la cabeza del menor.

Sungchan sacó la pizza del microondas y colocó las porciones en dos platos.

─ ¡Bon appétit!

Shotaro tomó su plato y regresaron al sofá.

Faltaban dos horas para que anocheciera, pero Shotaro se quedaría esa noche con Sungchan, no harían nada malo, Sungchan era paciente y no quería obligar al menor a nada.

─ Channie... ─ susurró Shotaro haciendo que el contrario lo mirara.

─ ¿Qué pasa, bebé? ─ preguntó Sungchan preocupado tomando el rostro de Shotaro en sus manos.

─ Estoy listo. ─ dijo mirando los ojos de Sungchan ─ Quiero hacerlo.

Sungchan miró los labios entreabiertos de Shotaro, estaría mintiendo si dijera que no quería tener relaciones con su novio, pero quería estar cien por ciento seguro de que Shotaro no se arrepentiría después.

─ ¿Estas seguro? ─ preguntó Sungchan acariciando los labios de Shotaro con su pulgar.

Shotaro asintió decidido.

─ Sí, Sungchan. Quiero ser tuyo y que tú seas mío.







































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𝘴𝘰 𝘧𝘶𝘤𝘬𝘪𝘯' 𝘤𝘶𝘵𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora