celos

120 10 1
                                    

Los siguientes días y semanas pasaron con bastante normalidad, al menos para un día cualquiera en Transilvania. Los humanos integrantes de la familia Loughran aún no se acostumbran a ver al pequeño pelirrojo comportarse como...un vampiro. 

Había sido una sorpresa total llegar al hotel y descubrir al niño justamente colgando por encima de sus cabezas, en el techo, como si fuera una araña. Eso había hecho desmayar a su abuela, después de todo, hace no mucho aún seguía siendo humano. Era inusual ver al pequeño volar y rodar por las paredes con mucha facilidad, pero dejando las excentricidades de lado, supieron tolerar bien la noticia. No es como si Dennis fuera el único monstruo de la familia. 

Al dueño del hotel ni siquiera les tomó importancia sus reacciones, mientras ellos dejarán a Dennis en paz y lo amarán tal y como era, ninguno amanecerá con la sangre drenada...por ahora. 

Mientras tanto él seguiría en las nubes. Estaba encantado de mimar al chico en cualquiera que fuera su gusto. Dulces, obsequios, dejarlo ver sus programas tontos en la televisión, e incluso salió a buscar los asquerosos aguacates que tanto le gustaba comer. No le preocupaba malcriarlo, sus padres (o más bien Mavis) siempre hacían contrapeso cada vez que hacía algo para complacerlo. Fue una actitud que criticó de "aguafiestas", pero era comprensible ya que eran sus padres. 

Excepto que esta ocasión era diferente, no le agradaría ser firme, pero tenía que hacerlo por el desarrollo de su nieto. Habían pasado dos semanas desde que Dennis se había transformado en vampiro, lo que significaba que su apetito estaría cambiando.  

La dieta del pequeño tenía que ser modificada lentamente si quería desarrollarse como un vampiro por completo. Empezando por comer ancas crudas de rana, platillo que aportaría a su cuerpo buenas dosis de energía para soportar las noches en vela que le quedaba. A partir de ahora comería las ancas (retirando los huesos por supuesto) una vez antes de irse a dormir. 

Como esperaba, el niño había rechazado de inmediato el platillo, pero aunque Dennis decía que era vomitivo, el vampiro mayor sabía que comía las ancas en secreto. Después de todo, los "cachorros vampiros" naturalmente podían detectar el olor fresco e irresistible de la comida cruda y más tierna de cualquier animal muerto que encontrarán. Las ancas eran perfectas, siendo uno de los primeros platillos para entrenar el olfato agudo de un vampiro. 

Drácula no dijo nada, prefirió no poner de mal humor al chico y seguir dejando un plato afuera de la habitación y pretender que le creía al chico cuando decía que un huésped misterioso del hotel seguía robándose su comida. Fingió que no veía disimuladamente al chico cuando se relamía los labios y se frotaba el estómago satisfecho. Vaya pequeña monada que era, pensó. 

Dennis…¿que estás haciendo?.-preguntó dracula afuera de la habitación. 

Mmm...ñadam.

El adulto puso los ojos en blanco, Podía escucharlo tragar claramente a través de la puerta. Negó con la cabeza y entró en la habitación, encontrando al niño acostado en la cama.-Ya tienes que dormir, recuerda que esta noche habrá fiesta en el gran salón del hotel.-dijo mientras retiraba el plato de porcelana vacío de la pequeña mesita de noche. 

Está bien.-bostezo mientras se estiraba como un gato, ya estaba preparado para dormir.-¿Puedes quedarte a dormir conmigo?.-preguntó. 

Lo siento, tengo que atender todo lo de la fiesta, atender zombies empleados, clientes y también tengo que supervisar a tu pad…-sus palabras fueron decayendo en cuanto el niño colocó sus adorables ojos chantajistas. Su debilidad número uno.-Está bien, otro zombie puede ocuparse de ellos.-sonrió, "dándose por vencido". 

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Nov 09, 2021 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

❎Love Bites❎Where stories live. Discover now