Epílogo 2

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Los pájaros cantaban una melodía tan hermosa que parecía el cuento de blanca nieves, las pocas personas se encontraban sentadas en sus respectivos lugares observando como el mafioso Jungkook portaba un elegante y costoso traje negro con corbata co...

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Los pájaros cantaban una melodía tan hermosa que parecía el cuento de blanca nieves, las pocas personas se encontraban sentadas en sus respectivos lugares observando como el mafioso Jungkook portaba un elegante y costoso traje negro con corbata color carmín.

El gran jardín de la mansión Jeon era testigo de la boda entre Jeon y Jimin, el cual, al compás de la melodía que el violinista y el pianista tocaban, entraba a la zona a través de un hermoso arco de flores rosas y blancas que lo adornaban y daban forma a dicho arco.

Su vestimenta constaba de un hermoso y costoso traje blanco de la marca Louis Vuitton, en su cabeza, una linda corona de rosas blancas que hacía un lindo contraste con su piel tersa y blanca más aparte con su cabellera rosa recientemente teñida, sus labios con un poco de bálsamo que los hacía resaltar por el ligero color rosado que les proporcionaba. Una sonrisa de oreja a oreja se instalo en su rostro haciendo que sus ojos se perdieran en una línea cuando observó a Jeon postrado en el altar. Siguió caminando con soobin detrás de él tirándole pétalos de rosas, cuando Jimin llegó hasta donde Jeon, se posicionó frente a él. Soobin dejo la canasta de rosas y tomo asiento en su respectivo lugar.

Jimin y Jungkook se dieron una última mirada de alegría para después voltear hacia el viejo con túnica blanca que s encontraba enfrente de ellos. Dicho hombre se encargaría de sellar el amor entre el mafioso y aquel lindo pelirosa.

— Estamos aquí para ser testigos del amor entre Jeon Jungkook y el joven Park Jimin—señaló con su mano a cada mencionado.—, daremos inicio a este casamiento con los votos de cada uno.

El hombre le cedió la palabra a Jeon para que comenzará a decir sus votos no sin antes darle paso a Yeonjun quien se encargaría de llevar los anillos, Jeon tomo el indicado y lo coloco en el dedo anular de Jimin mientras recitaba lo siguiente:

— Desde el primer día que te ví, supe que cambiarias mi vida de una manera drástica, y no me equivoqué por qué no solo mi vida dió un giro de 180º grados, sino que, mi corazón y mente ahora son tuyos, por qué tú Park Jimin, eres el dueño de mi corazón, mente y cuerpo y no voy a cansarme de cada día que estemos juntos, recordartelo al despertar por las mañanas y cuando nos acostamos por las noches—Jeon sonrió por su discurso mientras veía en cada momento a Jimin, este tenía sus ojos cristalizados sin despegar su mirada de la de Jeon, ambos con una sonrisa boba en sus rostros y sus corazones al borde del colapso.

El sacerdote (como lo consivan) asintió cuando Jeon termino de hablar, ahora era el turno de Jimin para dar sus votos, este suspiro pesadamente con sus ojos prácticamente hechos agua, cerró sus ojos para tranquilizarse y cuando estuvo listo los abrió con otro suspiro acompañándolo.

Al igual que Jeon, Jimin tomó un anillo y lo coloco en el dedo anular de Kook .

— A pesar de todo lo que pase y de las circunstancias en las que nos conocimos, creeme Jeon Jungkook, que no me arrepiento de absolutamente nada y que si incluso se me diera la oportunidad de cambiar algo, no lo haría, por qué se que tú eres para mí tanto como yo soy para ti.—sonrio sin dejar de admirar el rostro de su prometido— Te amo Jeon, no sabes cuánto te amo y estoy dispuesto a recordartelo cada día que estemos juntos, cuidare de ti siempre hasta que ya no pueda conmigo mismo.

Sir Jeon ; Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora