Visitas

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Hoy iba a ser un día normal y corriente, o eso pensaba. Hasta que su madre le dijo que tendrían visitas. Y su padre de iría hoy en la noche.

— Y, ¿quienes serán la visita?

— Unos amigos de la universidad, por cierto, tienen dos hijos. El menor es de tu edad, deberías intentar hablar con él, ya que la semana que viene vendrá a tu bachillerato. Creo que estaría bien que tenga un conocido — le dijo Kushina mientras se ponía los zapatos, tenía una cita médica hoy, estaba terminando de arreglarse.

— Ya veo... Bueno, me tengo que ir mamá. Suerte en el médico, adiós papá — con eso salió.

Sinceramente, odiaba los martes. ¿A quién se le ocurrió poner educación física a segunda hora, durante dos horas seguidas? Le gustaba el deporte, pero el de clase le parecía demasiado cansado y exagerado.

La primera clase; ciencias, de una hora y media le paso rápido. Ahora tenía un descanso de media hora, se estaba preparando para el cansancio de educación física.

— Shikamaru, ¿te gusta la clase de educación física? — preguntó el rubio.

— Te mentiría y te diría que sí, pero, seré sincero. No, no me agrada, pero tampoco me desagrada por completo.

— A mí me parece una aberración, la clase en sí es un cansancio, pero lo peor es que luego de ella te tienes que aguantar el olor a sudor durante dos horas y media más. Por más que te asees, no sacas ese olor con desodorante y perfume.

— ¿Por qué estáis hablando de eso? — dijo Kiba, quien estaba medio dormido, no descanso en la noche y se arrepentía de ello.

— No sé — dijo sincero el de coleta.

— Vaya que somos un grupo de raritos — dijo bostezando Kiba.

— Me siento ofendido, pero, es la verdad — comentó el rubio.

— Nunca me falta la razón — dijo orgulloso.

— Sí, claro — dijo Shikamaru.

Siguieron hablando hasta que fue hora de irse.

Naruto tuvo razón, salió sudoroso, por más que se aseó, aún se sentía sucio. No podia esperar llegar a su casa para darse una merecida ducha.

— Vaya que tenías razón — dijo Kiba.

— ¿Sobre qué? — dijo Naruto cansado.

— Sobre educación física, idiota. Me sorprende que no se te olviden las respuestas de los exámenes — contesto.

— Tú lo superas, Kiba, ni siquiera te acuerdas de cuántos años tienen tus padres. En cambio te sabes hasta el ADN de tu perro — comentó Shikamaru.

— ¿Y eso qué? No es tan importante saber su edad, y no metas a mi mascota en esto.

— Aja.

— ¿En serio no sabes la edad de tus padres? — dijo el rubio riendo.

— Ay cállate, no todos estamos interesados en ellos.

— ¿Y luego yo soy el idiota?

— Sí, Naruto. Después de todo, tú llamaste mamá a la maestra de historia hace un año — dijo Kiba entre risas.

— ¿Todavía sigues con eso? No me hagas recordarte que tú tienes casi 18 y aún no diste tu primer beso.

— Me ofendiste, pero a mí por lo menos no me fueron infiel.

— Definitivamente, eres un idiota — dijo Shikamaru.

— Me burlare de ti si algún día te ponen los cuernos. Aunque bueno, me sorprendería si llegas a tener pareja siquiera.

Enamorado de ti ||Hiatus||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora