Taeten One Shots

[9] looking out for you

a/n: feliz casi un año a que no actualizo lol acá tienen algo cortito para celebrarlo (?) la idea era volver cuando ya hubiera más fics escritos but oh well.

Género: angst ligero/fluff ??

·̩̩̥͙＊*•̩̩͙✩•̩̩͙* Looking out for you ˚*•̩̩͙✩•̩̩͙*˚＊·̩̩̥͙

Tal vez Taeyong debería dejar de preocuparse por Ten de la manera en que lo hace siempre. Todos los días se aseguraba de que se sintiera alegre.

"¡Ten! Al fin te encuentro. Te vi salir de tu departamento un poco angustiado, ¿estás bien?" Preguntó Taeyong arrodillándose frente al chico.

Ten finalmente lo miró y se atrevió a contarle lo que había pasado. El coreano no podía hacer mucho para solucionarlo, pero sí podía hacerle reír para que olvidara sus problemas aunque sea por unos minutos.

Que haya comido.

"¿Ya cenaste?" Taeyong se encontraba en la tienda frente a su edificio dónde, convenientemente, trabajaba Ten.

Éste sonrió apoyado en el mostrador, aburrido. "No, aún no. Mi turno no termina hasta las once."

"Oh. Bueno, en ese caso," Tomó un segundo paquete de ramen y lo puso sobre el mostrador con una dulce sonrisa. "podemos cenar juntos."

Y si había llegado bien a su casa.

Taeyong: hey, Ten! me surgió un pequeño problema con Yuta, siento haberte dejado solo en la fiesta. avísame si llegaste bien a casa, si?

Ten ♡: yup.

Minutos después, el teléfono de Taeyong volvió a vibrar con un nuevo mensaje de Ten. Había recibido una foto suya ya acostado, con una leve sonrisa y levantando el pulgar.
Sonrió sin poder dejar de mirar la imagen.

"Estás perdido, Taeyong. Tienes que ser demasiado idiota para caer por Ten." Yuta, quien el coreano había pensado estaba desmayado, comentó.

"Preocúpate por no beber tanto la próxima y no por quién me gusta o no."

Pero, ¿Cuándo será el día que el menor haga lo mismo por él? Lo único que recibía a cambio eran sonrisas que la mayoría del tiempo lo dejaban mirándose a los zapatos.
Algo sobre Ten hacía que Taeyong se sintiera culpable de que le gustara, sobre todo cuando lo veía con Chris. 1) Porque sabía que todo lo que hacía, lo hacía por amor y sabía que ese sentimiento no era correspondido. Y 2) no era amigo del chico (del quien no estaba seguro si era novio de Ten) pero se habían visto varias veces y éste había sido más que amable con él.
A Taeyong le gustaba escribir canciones y cantarlas. Le gustaba salir al balcón por las noches para despejarse e inspirarse, aún cuando la única inspiración que necesitaba era el rostro de su vecino. Más de una vez Ten salió para poder escuchar mejor su voz y halagarlo, preguntándole para quién escribía tan lindas letras.
La respuesta variaba pero siempre era la misma: Para un chico que nunca va a saber que son sobre él.

"Sé que es bastante estúpido, pero soy demasiado tímido como para decirle." Le había dicho Taeyong una vez mientras Ten se dedicaba a leer la canción.

' Su sonrisa irradia todo el tiempo
Mientras estoy atascado en mi propia garganta
Supongo que no hay esperanza '

No pudo evitar sonreír ante tales palabras. "Pues creo que deberías. Cualquiera sería realmente afortunado de tener dedicadas canciones tan lindas."

Un día de invierno, en el que había nevado, se encontraban caminando entre la helada espuma blanca. Habían dejado atrás la fiesta de Johnny para despejarse y tener tiempo a solas.
Ten había estado muy ocupado con su trabajo a la vez que Taeyong estaba en semana de finales en la universidad. Poco se habían encontrado en esos 14 días.

"Tal vez debería irme." El mayor musitó mirando al piso.

"¡No! Vamos, Taeyong, la estamos pasando bien. ¡No nos vemos desde hace años!" Ten le sonrió suavemente. Exagerado como nadie más. Taeyong ni siquiera pensaba que había notado su ausencia.

'Estamos hablando de otras personas. De Chris. De tu novio. Cuando deberíamos estar hablando sobre nosotros.' Pensó en decirle. Pero se quedó en silencio y siguió caminando a la par de aquél chico que no salía de su mente.

Era la misma vieja situación. Ten siempre lo tenía esperando.
'Vamos, cariño, creo que el tiempo es un desperdicio. Haz algo antes de que tengamos que volver adentro y regresar a nuestras vidas normales.' Habría escrito Taeyong en su última canción, y extrañamente, encajaba a la perfección con lo que estaba viviendo en ese mismo momento.

"¿Cómo vas con la canción que me mostraste la otra vez?" El tailandés interrumpió el silencio.

"No he escrito mucho últimamente. Pero me hice un tiempo para terminarla."

"¿En serio? ¿Puedo leerla?" Preguntó sabiendo que Taeyong siempre llevaba sus letras escritas en el celular.

El coreano simplemente asintió y le pasó el teléfono con la aplicación ya abierta.

'Esta es una canción para un chico que nunca sabrá que es sobre él.
Sé que es bastante estúpido, pero soy demasiado tímido para decirle.'

"¡Ah! Veo que me hiciste caso y agregaste esta parte." Ten lo miró con su característica sonrisa y ojos formando medialunas.

Claro que iba a agregar lo que él quisiera, después de todo era su canción. Y tenía que ser perfecta tal y como lo es Ten.
El chico comenzó a cantar y saltar a la vez que seguían avanzando, mientras el autor sólo podía mirarlo y reír.

"Vamos, ¡Canta conmigo!"

"¡Su sonrisa irradia todo el tiempo
Mientras estoy atascado en mi propia garganta!" Gritaban al unísono, sonriendo, riendo y dejando atrás cualquier preocupación que tuvieran.

"¡Ten!" Los dos se voltearon. Una figura masculina se iba acercando apresuradamente.

"Chris." El mencionado tomó el rostro de su novio, sin prestarle la más mínima atención al coreano.

"Lo siento mucho, bebé, de verdad lo siento. ¿Podrías darme otra oportunidad? ¿Por favor?"

Y así sin más, Ten lo perdonó, dándole un apasionado beso.
Taeyong tuvo que volver a lo de siempre: Mirar sus zapatos, sintiéndose un idiota.
No podía creer que por un momento pensó que todo iba bien. Pero era ese el efecto que el menor tenía en él. Cada vez que estaba a su lado, se olvidaba de todo a su alrededor, y no podía decidir si era algo bueno o malo.

Ten miró a Taeyong, esta vez con un algo en sus ojos que nunca había visto. Tal vez porque nunca tuvo en él el interés que tiene en el australiano. "Taeyong, ¿te molesta si…?"

"No. No, para nada." Forzó una sonrisa, que más parecía una mueca. "Yo ya me iba para casa de todas maneras."

El tailandés le devolvió la sonrisa y le dió un adiós agitando su mano.
No podía negar que dolía ver cómo ni siquiera se giraba para darle una última mirada. Cómo no se preocupaba por Taeyong como él se preocupaba por Ten. 

Miró cómo se alejaban y suspiró. "Supongo que no hay esperanza"