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Daniel se paró en el mostrador de la tienda, el gerente casi no lo contrató cuando lo conoció en este cuerpo. Estaba agradecido por el trabajo, pero la diferencia salarial entre los dos cuerpos sí le molestaba, no importaba en qué cuerpo estuviera, él haría el mismo trabajo.

Estaba distraído de sus pensamientos, así que cuando las puertas se abrieron se sobresaltó un poco. "Bienvenido." Llamó y cuando miró a los chicos se dio cuenta de que eran sus compañeros de clase.

"Oye, tráeme 4 paquetes de cigarrillos".

"Voy a necesitar una identificación". Daniel trató de mantener la voz tranquila, estaba aterrorizado, pero no pudo ser despedido en su primer día.

La cara de los chicos se arruinó, pero le entregó su identificación obviamente falsa a Daniel. "Este no eres tú."

Daniel pudo ver cómo se enojaba más tratando de encontrar una manera de explicarlo, al escuchar el timbre de la puerta de nuevo, Daniel miró hacia arriba solo para instantáneamente querer desaparecer. De pie en la puerta estaba Zack y pareció reconocerlo.

"Oye, bebe alcohol también". Zack llamó con una sonrisa mientras caminaba hacia Daniel. "¿Qué tal una tregua, suena esto en honor mientras estemos aquí, sí?"

Daniel no tenía idea de qué hacer, ¿dice que no y lo golpean o que sí y se arriesga a perder su trabajo? Los chicos detrás de Zack empezaron a susurrar cosas que Daniel no podía oír, pero podía ver cómo Zack se estaba poniendo realmente molesto.

De repente sintió que un puño chocaba contra su rostro. Cayendo hacia atrás, miró hacia arriba aturdido para ver a Zack encima de él, su rostro contorsionado por la rabia. "La tregua está cancelada."

Daniel se agachó en un callejón, después de que lo golpearan, le tomaron una foto medio desnudo para evitar que hablara en contra de ellos. Miró su muñeca donde estaba la sonrisa, estaba descolorida y manchada por el día pero todavía no había respuesta. Usando su manga, trató de frotársela, no quería que le recordaran lo que no podía tener.

Mirando al cielo, se preguntó qué estaba haciendo su mamá, si estaría despierta en este momento. Pensó que solo había una forma de averiguarlo. Sacando su teléfono la llamó. Con un clic que captó y lo hizo sonreír, supongo que esta noche no es del todo horrible.

De pie en el mostrador, se tocó suavemente la cara, esperaba que fuera algo de una sola vez, pero sabía lo matones que eran, una vez que tienen un indicio de debilidad, se lanzan.

La puerta volvió a sonar cuando se abrió, mirando hacia arriba Daniel sintió una vez más la fría garra del miedo alrededor de su corazón. Este tipo era aún más intimidante que Zack. Sus mangas estaban arremangadas revelando tatuajes e incluso con sus lentes de sol Daniel podía sentir su mirada ardiendo en él.

El rostro de Daniel se sonrojó levemente mientras tartamudeaba un saludo. "Bienvenido."

El tipo tomó algunas bebidas energéticas y las colocó sobre el mostrador, después de pagar, se dio la vuelta y se fue sin decir una palabra. Tan pronto como la puerta se cerró, Daniel quiso colapsar, la presencia de ese tipo era una locura. Esta noche fue una locura y no pudo evitar desear estar en su nuevo cuerpo de nuevo.