_ Cúanto crees que puedas aguantar Jackson?Ya íbamos por 40 y su espalda y cola estaban rojas, dudo mucho que se sienta comodo al dormir hoy. Otro azote a su trasero; 41
_ Los que usted quiera Ama. 42
_ Mmm, no se [ 47 ]¿ qué tal si te doy el resto de tarde? (48) digo, después de todo ver tu cuerpo sacudirse por los azotes que te estoy dando es precioso y gratificante para mi (51) si aguantas hasta 60 sin desplonarte terminaremos ahí, pero solo cuando yo te diga podrás descansar (52)¿entendido?
_ Si (53) Señora (54)
La respiración de Jackson es un asco, su cuerpo estaba temblando, sus piernas le estaban fallando y a pesar de eso, no se ha movido, su cuerpo está rojo y brillante por el sudor, su cola está quieta y sólo se sacude cuando lo golpeó, pero sus orejas siempre se han mantenido agachadas en señal de sumisión (60)
Me acerqué a él y acaricie sus orejas, pase mi lengua por los bordes y vi como sus bellos se erizaron y su cuerpo sufrió un escalofrío, volvió a morderlo y un gemido resonó en la habitación_ Ama, por favor ya no más, mi cuerpo ya no puede mas y si usted me sigue tocando así no voy a poder sostenerme.
Seguí acariciando sus orejas ignorando lo que dijo, deslizé una mano por su espalda sintiendola caliente en el proceso y sentí cada uno de los bordes de los azotes, enterré mis uñas y su espalda se arqueo y de su boca salió un quejido. Mi boca seguía en sus orejas, lamiendo y mordiendo, mi mano bajó más, hasta llegar al pegué de su cola con su cuerpo y acaricie ese punto en específico y su cola se encrispó de la sorpresa y de nuevo escuché un gemido. Miré su rostro y estaba rojo a más no poder, había saliva deslizándose por una comisura de sus labios y sus ojos estaban ahora uno azul eléctrico y el otro amarillo y estos estaban llenos de lágrimas y una que otra se estaba desbordando. Quise parar de una vez me di cuenta de esto, pero no lo hize, porque me di cuenta que esas lágrimas no eran de dolor, eran de placer, él está disfrutando cada una de las cosas que le estoy haciendo y su miembro erecto, con sus bóxer húmedos me lo confirman. Disimule una sonrisa y pegué una última mordida a su oreja y me alejé, hasta sentarme en el colchón. Voy a jugar un poco más con él.
_ Ya puedes descansar Jackie.
De una vez su cuerpo se fue hacia un lado y un suspiro de alivio escuché al momento de su espalda tocar el piso, supongo que estaba frío y eso hizo que lo caliente de los azotes bajara. Cabe recordar que sigue esposado. Sus brazos deben estar entumecidos, así que me acerque y busque las llaves y se las quité, su acción inmediata fue sobarse sus muñecas. Lo ayudé a levantarse y lo dirigí a él colchón, pero antes subí sus pantalones pero no a lo morboso ni nada solo los subí y acomodé mientras él se sostenía de mi.
_ Supongo que hasta aquí llegó tu permiso para mi. ¿Dime te encuentras bien?
Lo recosté despacio contra la pared y su cuerpo pego un respingo por la fricción de la tela y la superficie. Su rostro seguía rojo y con lágrimas secas. Me miró a los ojos y así se quedó por un rato
_ Me siento bien. Pero la verdad Amara, yo....
_ Eh? ¿Qué dijiste? Lo siento no te escuché bien
_ YO QUIERO QUE SIGAS Y NO PARES NUNCA
_ Oh, enserio?
_ Si
Me senté en su piernas y abrí mi camisa dejando a la Vista mis senos, me acerqué hasta que mi pecho quedara pegado con el suyo, acaricie su rostro y sus labios. Acerque mi rostro y lo besé despacio y suave, el me siguió el beso y se convirtió en una guerra de quien llevaba el mando, su lengua danzaba con la mía, y sus manos agarraron mi cintura con fuerza. Mordí su labio y un gruñido se escuchó y un pequeño sabor ferroso inundó mi boca. Me separé lentamente y lo miré a los ojos.
_ ¿Qué quieres que haga?
Su rostro de nuevo se puso colorado y volteo su rostro hacia una lado evitando mi mirada, cogi su mentón y lo hize mirarme.
_ Primero, no quiero que vuelvas a evitar mi mirada, cuando te pregunte algo. Nunca más, grabalo a las buenas; porque si lo vuelves hacer, haré que tu cuerpo recuerde que no debe esquivarme. ¿Entendido?
_ Si señora.
_ Segundo, dime hasta cuando va a durar esto? Yo solo te pedí esto por hoy. Pero el que da la última palabra eres tú.
Él acercó su rostro a mi cuello y empezó a lamerme, mi cuerpo se erizó por completo por la sorpresa, me estaba relajando, porque a pesar de solo estarme lamiendo, su lengua hace que suelte suspiros de placer
_ Auch!!!!! ¿Qué demonios haces? Eso me dolió horrores
Me. Mordió. El hijo de su madre me mordió. Que incluso sus colmillos traspasaron mi piel y ahora tengo dos hilillos de sangre deslizándose por mi cuello. Su rostro volvió acercarse y esta vez empezó fue a lamer mi sangre. Un olor dulzón empezó a llegarme y me di cuenta que era mi propia sangre, la que huele así y esta misma me estaba mareando pero en un buen sentido. Sentía que un instinto estaba despertando dentro de mí.
Mi cuerpo se movía solo y así inició todo.
Mi boca fue a parar a su oreja y sin preámbulos mordí fuertemente, logrando así que mis dos colmillos rompieran su orejas, dejando dos orificios.
No escuché ni un solo quejido, solo un profundo gemido de placer salir de su garganta y uñas deslizándose por mis espalda con fuerza.
Puse mis manos en su pecho y empujé hacia abajo, su espalda nuevamente quedó contra el colchón, vi como su rostro estaba sorprendido, no sabía por qué, pero no tenía tiempo para eso. Ahora fui por su cuello y allí mismo empezé a lamer y lamer y mis colmillos nuevamente traspasaron su piel y su sangre estaba entrando a mi boca, una dulce y cítrica sangre. Sus gruñidos de placer me estaban descontrolando, más que antes. Saqué mis colmillos y su sangre seguía saliendo. Me bajé y me quité todo, quedando desnuda frente a él. Cogi la correa y la puse nuevamente en su cuello y la apreté bien, la solté y bajé sus pantalones hasta en piso y saqué su botas también, quedando solo con la camisa, lo tiré de la corres y caminé hasta la puerta me recosté en ella y abrí mis piernas, empinado mi trasero a su erreccion. Lo miré y sus ojos volvieron a ser amarillo y violeta._ Has que Ama se sienta bien, pulgoso vulgar.
_ SI