Sad One Shots - Malec

Mate 🐺

En este perfil no apoyamos ningún tipo de violencia.

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Alec y Magnus se habían conocido en un club, una vez que sus hermanos lo habían arrastrado con ellos, y ambos sintieron una conexión instantánea.

Alec quedó impactado por la altura del Alfa, por la cantidad de músculos que tenía, y por sus ojos de gatos, en los que no se veía precisamente alguien pacífico.

Pero pasó ese hecho por alto, porque ¿Cómo iba a juzgar a alguien cuando apenas lo acababa de conocer?

El Alfa, por su parte, vio en los hermosos ojos del Omega su inocencia y su pureza, y pensó que las cosas con él serían diferentes.

Tal vez con ese Omega podía enmendar sus errores, y no dañarlo como había hecho con el resto de sus parejas.

En la primera cita, Alec vio que el Alfa llegaba tarde, y su "disculpa" sonó más bien como "te estoy informando por qué lo hice, y piensa lo que quieras".

Después, en el restaurante, cuando el mesero- que estaba demasiado ocupado esa noche y tardó un poco en atenderlos- por fin llegó, Alec vio como Magnus le gritaba por haberse tardado tanto.

Espantado, salió de ahí, y Magnus fue tras él,  persiguiéndolo. 

-¡Alexander!¿A dónde vas?

-¿Estás bromeando? ¡Le acabas de gritar a un Omega enfrente mío!

-¡Se estaba tardando demasiado!

-¡No se le grita a la gente! 

-¡Pero fue su culpa!

-Ya veo que no entiendes. Sabes qué, me voy- Alec estiró la mano y pidió un taxi. Magnus lo tomó de la muñeca.

-No te vayas. Podemos arreglarlo- le acarició la mejilla.

-No hay nada que arreglar aquí. Y suéltame, que se me va el taxi- el Alfa por fin lo soltó, y el Omega se subió al taxi sin mirar atrás.

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Un mes pasó. 

Alec había seguido con su vida normal. Sólo había sido una cita fallida, así que se pudo recomponer rápidamente.

Esa noche volvió a salir con sus hermanos, y toda su tranquilidad se esfumó cuando vio unos ojos de gato taladrándolo.

Estaba a punto de irse cuando sintió esa mano alrededor de su muñeca, de nuevo.

-Alexander, espera por favor. Necesito hablar contigo.

-¿Qué sucede?

-Ten otra cita conmigo, por favor.

-Magnus...

-Prometo que me portaré bien.

-¿Cómo lo sé? Nada me garantiza que mañana no sea yo quien salga maltratado.

-He estado tomando terapia para el control de mi ira. Dame una oportunidad- Alec quería negarse, pero Magnus tenía razón. Tal vez todos merecían otra oportunidad.

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El día de la cita llegó, y Magnus estaba 5 minutos antes en su puerta, elegantemente vestido.

Cuando Alec bajó, Magnus lo intentó besar, pero Alec se negó.

-Todavía no, Alfa. ¿Vamos?

-Claro, disculpa.