Todo lo que inicia tiene que terminar, llegara el momento en que tengamos que decir adiós a aquello que conocemos para poder dejar entrar algo nuevo.
Despedirnos de lo que amamos no es sencillo, pero nadie dijo que debía serlo. Tenemos derecho a sentirnos tristes e inseguros; tenemos derecho a dudar o tener miedo, pero a pesar de eso sabemos con claridad que es lo correcto y lo que viene más adelante nos hará aún más felices.
Y con muchas dudas en su mente, Kara Danvers se levanta de su cama esa mañana pensando en lo que sucedería en un par de horas, en la decisión que había tomado.
Inhalando fuertemente y soltando un enorme suspiro, se miró al espejo como si estuviera esperando una respuesta de su reflejo y que éste le asegurara que lo que hacía era lo correcto o que le diera la confianza que necesitaba.
Sabiendo que no obtendría una respuesta, se dirigió a su cocina, donde miro en su refrigerador buscando que hacer para desayunar. Lo gracioso es que aun teniendo toda la nevera y su alacena llena de productos para cocinar, no encontró nada que le apeteciera o al menos no de ahí; pero curiosamente tenía ganas de waffles o tal vez un croissant, incluso podría comer creps con una buena taza de café o chocolate.
Fácilmente si no le apetecía cocinar podía caminar un par de calles fuera de su apartamento e ir a la cafetería cerca, sin embargo, aquel tampoco parecía un plan viable. Tal vez porque sin realmente decírselo ella misma, prefería volar hasta Europa y conseguir toda aquella comida que quisiera y conseguirla de su hogar de origen, porque podría hacerlo, aún era posible.
Decidiendo disfrutar lo maravilloso de volar, tomó sus gafas e hizo aparecer su traje, para después salir volando por la ventana de su departamento. Al instante que dejo de sentir el duro suelo y el viento golpeo su rostro, una enorme sensación de tranquilidad y libertad inundo su cuerpo. Cerrando sus ojos y disfrutando de la brisa golpear su rostro, se dedicó a volar con lentitud sin querer que ese momento terminase y se dirigía a su primer destino.
Durante su viaje a Europa, no pudo evitar hacer un par de paradas cuando escuchaba el grito de auxilio de las personas. En el trascurso de una hora, Supergirl salvo alrededor de 30 personas de posibles asaltos, accidentes automovilísticos, incendios, caídas, secuestros e incluso uno que otro problema menor como animales en árboles o peleas callejeras. Todos parecían asombrados y emocionados de que Supergirl los ayudará o que estuviera en sus ciudades. Noticia que rápidamente se esparció por el país.
Cuando llego a territorio Europeo, hizo su primera parada en España, donde también hizo un par de labores como Supergirl. Solo quince minutos fueron suficientes para que la heroína se dirigiera a su próximo destino con una bolsa de deliciosos postres en su mano.
Dieron alrededor de las once de la mañana hora del pacifico, cuando la heroína regresaba a casa con alrededor de cinco enormes bolsas de postres de distintos países que visitó en menos de cuatro horas y donde además de comprar también ayudó a personas que la necesitaban.
Al llegar de nuevo a su departamento se dedicó a desempacar todas las cosas que había comprado en su viaje; a los minutos después en vez de realmente comer todo lo que compró, solo se puso a observarlo. Había postres españoles como crema catalana, filloas y flan; también postres franceses como macarons, creps, millefeuille y croissant; un par de postres italianos como taramisú y cannoli; además de irish whiskey truffles y scones de Irlanda. Postres de más de diez países estaban sobre su mesa y Kara ni siquiera ha tocado ninguno.
Pensando bien la situación, la razón por la que fue a más de diez países no fue en realidad para comprar aquellas delicias sobre su mesa, simplemente lo hizo para volver a sentir la libertad de volar.
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It's time (Supercorp OS)
FanfictionAquí les daré un final que a mi parecer era perfecto para Kara y Lena. *Los personajes no me pertenecen, pertenecen a DC Comics y la cadena de televisión CW* *Se prohíbe plagio u adaptación*