Wildest Dreams ❄

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Pov Chan

Invierno de nuevo, normalmente yo amo el invierno, ver la nieve caer, sentir el frío abrazándome hasta erizar cada uno de mis vellos, tomar chocolate caliente, acurrucarme con mis cobijas y Felix a mi lado.

Es lo que haría en un invierno normal, pero ahora es diferente. Desde que me mude de Australia a Corea gracias a asuntos familiares que, desafortunadamente, no tenía control en ellos, dejé recuerdos, amistades y a mi amor. El frío no se siente igual sin tener a Felix junto a mi, el chocolate caliente es más amargo y mis cobijas no bastan para quitar el frío que siento.

Antes de venir a Corea, tuve una última cita con Lixie. Ciertamente se tiene el tabú de que "las rupturas amorosas son tristes", agradezco que ese no fue mi caso.

Estaba camino al instituto cuando de repente un mensaje llegó de mi madre "Necesitamos hablar en este instante, Christopher", en cuanto leí mi nombre completo supe que algo malo pasaba, al momento recibí la llamada de mi madre y antes de que pudiera decir algo...

-Mañana regresamos a Corea- dijo sin más, usualmente mi madre es amable, cálida y amorosa, pero en su voz había tristeza.

-¿Así de repente?, ¿Ni un buenos días?- estaba esperanzado de que fuera una broma aunque estaba conciente de que no lo era, quería que fuera una buena actuación, tenía muchas personas que me han marcado de una u otra forma aquí, no podía dejarlas sin más.

-Chris, tu abuela enfermó y somos su única familia, el abuelo ya no puede hacerse cargo de ella, la enfermedad avanza a un ritmo acelerado y todo se complica, ya ni siquiera lo reconoce a él. Aún tienes todo este día para despedirte, mañana a las 6:00am salimos- y colgó, podía escuchar su voz entrecortada. Estaba al tanto del Alzheimer que sufría mi abuela, pero no sabía que tan grave era.

Me quedé pasmado en la entrada del colegio y sólo una pregunta paseaba por mi cabeza, ¿Cómo le diría esto a Felix?
De repente sentí unas manos cálidas aplastando mis mejillas desde atrás, era Felix.

-Wah, tus mejillas parecen hielos, Channie- dijo Felix mientras jugaba con mis mejillas para poder ponerlas a temperatura cálida.
Volteo para poder encontrarme con el chico de pecas que me flechó desde el primer momento y le regalo una sonrisa.

-Amor, estamos a 5 grados ¿Cómo no estarán heladas?- posiciono mis manos sobre las suyas aún sosteniendo mis mejillas y le regalo un pico, sonríe entre el beso. Maldita sea, voy a extrañar esto.

-¿Y? Mis manos están calientitas- responde mientras me da la mano y nos adentramos al colegio.

-Tú eres un ser mágico, por eso no tienes tus manitas heladas, mucho menos tu corazón helado- veo que una sonrisa aparece en su rostro lleno de estrellas y me siento el hombre más afortunado.

-¿Tienes planes hoy después de clases? Podemos ir a dar un paseo- me propone. Obviamente no puedo negarme, aún tengo que contarle sobre el imprevisto de ir a Corea por quien sabe cuanto tiempo.

-Vamos a dar un paseo- afirmo. Suena el timbre indicando que las clases están por comenzar. Felix se coloca de puntitas y posiciona sus labios contra los míos, un beso cálido y tierno.

-Adiós, te espero en la salida.

Las clases pasan rápidamente y no pude prestar atención a ninguna de ellas. ¿Qué haría sin Felix? ¿Nuestra relación iba a terminar después de 4 años y toda una vida conociéndonos? ¿Cómo se lo tomará? No quiero irme en una pelea.
Avanzo por los pasillos hasta llegar a la salida y encontrarme a Lix, Dios, siento que lloraré.

Wildest Dreams | ChanLixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora