Capítulo uno: Un corte más...

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Hay un joven llorando en la esquina de su habitación. Se está abrazando a si mismo mientras súplica que todo eso que esta viviendo día a día se detenga.
El desea salir de su habitación, como muchas veces ha intentado por la ventana, pero no puede, por que sabe que si lo hace los golpes comenzarán de nuevo y con mucho más fuerza, y cree que ya está demasiado marcado por hoy. Su madre escapo de esto, al igual que su hermano mayor, pero el continúa en esa agonía. Atentamente, Cedric, escucha como su padre, con pasos seguros y fuertes, se dirige a la puerta de la habitación, y el se refugia mas en su abrazo protector si es que eso es posible.
- Cedric - llama el hombre y el duda si debe contestar. Sabe que si lo hace, la tortura empezará antes, pero que si no contesta al llamado de ese hombre, la condena sera más dolorosa.
- ¿Si, padre? - no sabe si ha hecho lo correcto, pero el solo quiere que esto se acabe ya. ¿Por qué un joven de dieciséis años debe vivir esa agonía?
-Ven, cariño... - y sabe que es mejor no
hacerlo, porque es muy posible que su
padre tenga algun objeto, puede que un
bate como la ultima vez, y no conseguira escapar, pero aun así, dudoso abre la puerta, y al verlo allí, con aquella correa en la mano se dice a si mismo que si, que no debería haber hecho aquello.

"Mi tortura día tras día"

Todos los días desde que el tenia 5 años los maltratos han continuado, y por mucho que ha intentado luchar contra ellos, no ha podido ganar la batalla.
Se siente solo, abandonado, triste, se odia a si mismo por no tener la suficiente fuerza para hacer frente a esto, a su padre, a su dolor, a quién Ie ha condenado.

- iNo sirves para nada, idiota! - siente
un nuevo golpe, justo en la parte
superior de su brazo.
Duele, duele muchísimo, pero ya esta tan acostumbrado que ni tan siquiera grita.

- Si gritas o lloras sera peor - se recuerda.

El se corta.

"Un corte más por no luchar contra el"

"Un corte más por ser un inútil"

"Un corte más por ser un cobarde"

"Un corte más por odiarme"

"Un corte más... soló un corte más"

Y cuando sale del baño, aún con su brazo bañado en un fluido espeso color carmesí, agradece que su padre no este en casa.

(...)

Debe pensar rapido, Cedric lo sabe. Piensa rapido o no podra levantarse en
semanas.

Su padre ha salido a beber hoy, y cuando viene ebrio su violencia
aumenta a niveles que nadie podía
sospechar.
Debe esconderse, aunque no sabe donde.

- ¿En el salon? - se dice a si mismo,
aunque su padre siempre lo acaba
encontrando cuando se esconde allí.
Ironicamente esto parece un juego del
escondite de niños pequeños... claramente solo lo parece.

La diferencia es que como Aron, el padre de Cedric, encuentre a este, puede que no vuelva a esconderse jamas.

- ¿En la cocina? - se vuelve a preguntar,
pero despues agitadamente se dice que no hay lugar donde ocultarse.

Corre a su habitación, presa del panico,
y no sabe que hacer.
Mira por todo el lugar, y tiene una idea, la cual espera que salga bien, cuando ve la ventana.

- Si tengo cuidado, no debo caerme - se
siente seguro ya que se ha sentado en
aquel rellano lleno de rejas que esta justo debajo de su ventana.

Aunque... esta vez todo sale mal.
Cuando pone un pie en la primera reja,
su pierna derecha duele intensamente y Cedric esta seguro de que su herida
se ha abierto de nuevo, por lo que la reja cae junto con el.

No sabe que hacer, por lo que grita. Justamente su padre entra por el porche de la entrada y lo escucha, y Cedric sabe que de esta saldra muy mal parado.

Su padre Ie grita, aunque no se Ie entiende demasiado bien, por lo que el menor debe hacer un gran esfuerzo por intentar comprenderlo, por todo el alcohol que ha ingerido, que se deje caer, y el pelinegro no sabe que
hacer.

Si no se cae ahora, de todas
maneras se resbalara y terminara sobre el, pero si lo hace...

Tiene miedo, y de nuevo se pregunta de forma retorica, porque Ie ha tocado vivir esa tortura que parece que nunca
terminara a el.

Lo hace, se suelta voluntariamente del
borde del tejado y siente como los
brazos de su padre lo aprietan
fuertemente remarcandole el dolor de
cada marca que tiene en su cuerpo.

- Me has puesto en ridículo - aunque el
aliento de Aron huele horrible, lo unico
que el menor es capaz de pensar es que puede que no salga de esta.

"Ya ni en mi habitación puedo sentirme
seguro... No tengo lugar para
esconderme y resguardarme de la
oscuridad..."

El se pregunta porque nadie Ie escucha
cuando siente que esta gritando hasta
que su garganta se desgarra.

- Puede que algún día alguien venga a
tenderme una mano para sacarme de
este... lugar negro, sin nada de luz, en el que me encuentro desde el día en el que nací - se dice a si mismo mientras
siente como sus mejillas se sienten
humedas de nuevo; esta tirado en el
suelo y de alguna forma da gracias
porque han llamado a la puerta ya que
solo ha recibido un fuerte golpe en su
mejilla derecha, aunque siente que se ha partido un inmenso dolor en su labio Inferior, por lo que piensa que se lo ha
partido.

- o quizás no - cierra los ojos, intentando escapar de esa realidad cuando escucha como su padre se acerca a su cuarto.
Su "castigo" no ha acabado todavía.

(...)

Hoy cumple dieciocho años, aunque se
siente como un hombre mucho mayor,
de unos 50, a causa de todo el peso que carga sobre sus hombros. Nadie canta Feliz Cumpleaños por la mañana, nadie viene con un "Buenos días, cariño"aunque a eso ya esta acostumbrado ya que esta solo desde que tenía diez años y su madre se fue con su hermano y lo dejo a la deriba, con su padre.

Se mira al espejo y se obliga a si mismo a mostrar una sonrisa, pero esta ya no sale desde hace mucho, mucho tiempo, y es que ya no Ie quedan fuerzas. ¿Como puede sonreir cuando todo lo que Ie rodea esta teñido de un oscuro y horrible negro?. Nunca recibio un abrazo, un beso, o una palabra de apoyo, y es por eso que el día de hoy ha dejado de confiar en el mundo. ¿Como pudieron actuar como si todo estuviese bien cuando su familia llevaba años rota? ¿Como pudo sonreir durante mucho tiempo, aun cuando su padre Ie pegaba día tras día hasta dejarle moretones, sangre y un enorme dolor emocional, e incluso hasta hacer que no se pudiese ni mover?. ¿Como, cuando su madre lo dejo solo con el abusador de su progenitor, con tan solo diez años? ¡¿Como?!

Va a su armario y se pone a buscar
alguna camiseta de manga larga,
preferiblemente de color oscuro, que
pueda tapar los cortes y cicatrices que
los recuerdos de esos tiempos Ie han
proporcionado.

- Quizas, al ver un poco de sangre
recorrerme, me sienta un poco mas vivo. Quizas mi vida tenga algun sentido si esto ocurre - piensa el joven con una débil sonrisa.

Pero ya Ie cuesta creer en esas cosas.

El tiempo pasa, y la mahana continua;
todo parece normal.

El sigue estando roto.

El se quiebra un poco mas.

Los cortes siguen ahí.

(...)

Al salir de casa una ligera llovizna cae sobre el pálido rostro de Cedric, camina con pasos lentos por las calles, observa a las personas caminar por la calle con una sonrisa ya que era Navidad, como los envidiaba, ellos podían ser felices y el no. Se detiene en medio de un puente mira al vacío con una sonrisa.

- Es momento de dejar de sufrir - sonríe por última vez antes de lanzarse al vacío.

NOTA DE LA AUTORA.

Bueno, acá yo con una nueva locura, es un proyecto que ya tenía en mente pero no sabía como iniciarlo, pero ¡BOOM! Explote y se me ocurrió esto.
Actualizaré pronto.
PD: Cedric en multimedia.
Bye.

El Angel de la Muerte (YAOI) (¡Estreno!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora