Al abrir los ojos todo era destrucción la humanidad estaba pagando sus pecados con el advenimiento de aquellas criaturas oscuras con el único y exclusivo fin de exterminarlos.
El mundo se destruía a cada minuto que transcurría, los militares combatían contra aquellas criaturas que a la vista de cualquier serían angeles pero estos eran oscuros, causaban muerte y destrucción.
La humanidad creo odio, avaricia y egoísmo, crearon destrucción a cada paso, era el momento de pagar por sus pecados. Era el final, el mundo moría, era la crisis terminal, el fin, nadie podía cambiar lo escrito aquí.
Los primeros truenos se hicieron a escuchar, el cielo se oscureció, un adolescente situado en medio del caos con solo mover una mano creo una enorme bola de fuego, la cual avento contra aquella ciudad, los edificios comenzaron a arder. Las llamas consumían todo a su paso, el chico extendió sus blancas alas y voló encima del caos que estaba causando, al ver la destrucción, la muerte, el dolor y la agonía, una sonrisa de satisfacción se forma en su rostro.
- Ustedes los humanos me hicieron lo que soy, y ahora tienen miedo de morir por sus pecados, que patética es la humanidad cuando les demuestran lo débiles que son - observa sus manos llenas de sangre - Su impura y asquerosa sangre me causa asco.
Su belleza sobresalta en medio de la terrible destrucción que sucedia a su alrededor.
El juicio final se acercaba, la luz del sol comienza a apagarse lentamente, los pocos sobrevivientes ven el apocalipsis ante sus ojos, algunos buscaban la muerte, pero esta huía de ellos.
En todo el mundo la agonía se hacía presente, los volcanes escupian lava dejando miles de muertes, los tsunamis devoraban ciudades enteras, la vida en el planeta se extinguía.
El tiempo consumía a la humanidad y hacía un final mas lento con más sufrimiento.
- No voy a tener piedad, soy El angel de la muerte.
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El Angel de la Muerte (YAOI) (¡Estreno!)
FantasyEl fin de la humanidad se acercaba. Un Angel herido los exterminaría , pero este lo haría de la forma más ruin y cruel, esto iba a purgarlos de absolutamente todos sus pecados.