Capítulo 4

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Kiyomi estaba sentada junto a Sasha en la mesa mientras la castaña sólo tomaba su té a pequeños sorbos, se sentía un poco incomoda y se estaba desesperando de la demora de Mikasa, que seguía sin salir de su habitación

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Kiyomi estaba sentada junto a Sasha en la mesa mientras la castaña sólo tomaba su té a pequeños sorbos, se sentía un poco incomoda y se estaba desesperando de la demora de Mikasa, que seguía sin salir de su habitación.

- Y... Señora Kiyomi... ¿Tiene esposo?. - pregunto Sasha para romper el silencio inquietante de el ambiente.

- Si.

- Oh, que lindo, ¿vive aquí?, bueno, me imagino que si, ya que están casados - solto una pequeña risa nerviosa.

Kiyomi la miró de reojo y tomó otro largo trago de su té, Sasha empezaba a sudar.

- No, está muerto. - se limito a contestar la mujer de razgos orientales.

Sasha la miró por un instante pensando cómo arreglar un poco la situación, que para ella era espantosa.

- ¡D-De verdad lo lamento mucho!, no quería traerle ese recuerdo que seguro debe de ser doloroso, en primer lugar no debí entrometerme ta-La contraría le hizo un gesto ligero con su mano para que cesarán sus palabras.

- No te preocupes, querida, está bien, de hecho... Me da un gran alivio que este metros bajo tierra... Mal nacido anciano. - fue la primera vez que Sasha la vio sonreír de esa manera, que le pareció extremadamente escalofriante.

«Diablos... Que vieja más aterradora... Ya veo porque a Mikasa no le gusta quedarse mucho en casa... Ay que asco, se parece mucho a mi tía, con razón desde el principio me dio miedo.» - la
castaña estaba diciendo todo tipo de opiniones dentro de su cabeza, mirándola de vez en cuando.

Sintió que volvía a respirar con tranquilidad cuando Mikasa bajo las escaleras corriendo, Sasha pensó que se demoró demás porque tal vez se estaba arreglando para el primer día que iría a la secundaria, pero para su decepción sus ojos castaños ven que por poco tampoco se peina.

- ¡Mik!, ¡S-Se nos hace tarde!, vamos.

- ¡Si si ya se!, bueno Kiyomi, me voy, tal vez vuelva mas tarde porque estaré en un café cerca con Sasha. - le dijo mientras caminaba hacía la puerta.

- Bien, cuidate, y se una buena señorita.

Y con esto salieron a paso rápido de el condominio.

- ¡Mikasa!, ¿porque te tardaste tanto?, ¿Acaso no sabes lo inquieta que me sentía con esa señora ahí?, casi que iba a sacarte de el cuarto, tu tía es realmente aterradora...

Mikasa tiro una risa nasal.

- Bueno... Me dormí por accidente unos instantes, lo siento.

- ¿¡Estabas durmiendo en todo ese tiempo y yo esperando ahí abajo?!, Mikasa, haceme el favor, enserio.

- Sasha, no empieces a hablar como mi mamá.

La castaña bufo con enojo mirando a la más alta, y la contrario sólo río.

𝑆ℎ𝑒'𝑠 𝑎 𝐿𝑎𝑑𝑦 ᴱʳᵉᵐⁱᵏᵃ [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora