La abuelita

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Y hasi Danielito Burnier , a las 3 horas de haber nacido llego a ser propiedad de Anita Burnier que entonces solo contaba con 7 años de edad.

Naturalmente la amable comadrona de la aldea se quedo un tiempo cuidando del pequeño.Terminada su tarea el padre le pagò a la mujer lo que le correspondìa por su trabajo y tomo a una mujer de la aldea para se encargara de cuidar a Daniel .Pero el pequeño pertenecia a Anita su hermana y siempre al referirse a èl decia: el niñito de Anita.

Cuando la pena causaba por la desapariciòn de la madre fue pasando , Anita concentro todo el afecto de su tierno corazòn al recien nacido.Mientras se alimentaba, era ella quien le sostenia el biberòn , y pasaba largos ratos sentada a lado de la cunita de su hermano para atenderle en caso que se despertara.Por la noche,si se despertaba,ella era la primera en correr a su lado para ver que necesitaba , era ella tambien quien al mediodia,lo sacaba al balcon para que disfrutara de la luz del sol . Asì ,pues , dentro de ese ambiente de cuidados y cariño fue creciendo el bebe hasta que llego a ser la mas preciosa y robusta criaturita de esa edad que habia en todo el valle.Dormia, se despertaba , pataleaba un rato y volvia a quedarse dormido.La verdad es que no daba a nadie ni un momento de descanso solo de de ansiedad o preocupacion.

-Ha nacido bajo una estrella-solia decir Ana -.

Me gustaria que siempre fuera feliz , sano y bueno

¡Y como crecìa !Cuando los rayos del sol comenzaban a derretir las nieves y las plantas de azafràn erguian sus cabezas sobre los campos aun palidos tuvieron que pensar en la nueva ropa que iba necesitar.En cuanto las vacas se hubieron alejado,subiendo por las laderas de los cerros,le salio al niño el primer dientecito.Como Anita no sabia nada acerca de como le salian los dientes alos niños,no se preocupo ni se le ocurrio que ello pudiera causarle una dificultad y molestia a su hermanito,quien,en vez de ponerse inquieto o llorar solo se chupaba el dedo y sonreia.

Cuando las hojas de las hayas destacaban sus aùreas llamas entre los oscuros abetos, y los primeros vientos soplaban sobre los cerros, Danielito comenzo a moverse solo de un lado para el otro y ya no cabìa en la cuna.Todo le interesaba y trataba de observarlo desde la estufa hasta los peldaños del balcòn. Anita pasò, pues, algunas semanas preocupada y ansiosa tratando de impedir que el niño corriese peligro de caerse. Llego el momento en que la niña no pudo seguir en ese estado de preocupaciòn y tuvieron que sacar al niño de la cuna y ataron con un lazo un pie rosadito a la pata de la mesa; desde allì la criaturita daba vueltas de un lado a otro sin alejarse, y quien atendia podia estar tranquilo.

Fue ese entonces que un dia , Anita , despuès de acostar a su hermanito en la cuna , se dirigio a la sala y se encontro con su padre que , sentado cerca de la estufa , con la cabeza apoyada en ambas manos, parecia encanecido y cansado. Desde la muerte de su esposa habia envejecido mucho , pero esa noche le parecio a la niña que lo estaba mucho mas. Anita, que por todos los medios trataba de reemplazar a su madre , se subio a las rodillas de el y reclinando su linda y suave carita en la de su padre le dijo:

- ¿ que tienes papito ? ¿ estas muy cansado?¿que quieres que te prepare?.

El padre se quedo mirando fijamente a la niña y , como era tan pequeña ytan rubia como un hada de aurea cabellera, ¡cuan sensata y comprensiva ! Sin saber po que, durante el ultimo año, la habia hecho su confidente; solia contarle sus preocupaciones y se habia dejado llevar por los consejos de su pequeña hijita , entonces le dijo:

- Tendremos que vender algunas de nuestras vacas pqueña; pues necesitamos dinero para este invierno pues sera duro , y ya casi empiezan las clases y quien se quedara con tu hermanito?

entonces a Anita se le prende la lamparita y dice a su padre:

- ¿ Porque no llamamos a la abuelita? quevenga a cuidar a Danielito mientras que yo voy a las clases y cuando regrese yo ,ella podra descansar ya que esta un poco enferma entonces cuando descanse yo me hare cargo , que dices papi.



Tesoros de la nieveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora