𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐈

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La mayor parte de personas se alegraría porque hoy es día viernes, pero está claro que para este dedicado científico las cosas no son así.

Día viernes significa quedarse un fin de semana siendo incapaz de poder entrar al laboratorio del instituto Hirosue y encerrarse ahí a trabajar en uno de sus tantos proyectos e investigaciones científicas hasta que llegara el conserje a golpear la puerta y pedirle que se fuera del lugar de una vez por todas.

Significa también, el permanecer en su habitación haciendo exactamente lo mismo que en el laboratorio pero con una facilidad y comodidad mucho menores, ya que el espacio de por sí es reducido y además gran parte del lugar está ocupada con sus implementos, aparatos y múltiples libros que ha comenzado a leer recientemente, pero que parecía no estar cerca de acabar.

Desde pequeño Senku fue un gran fanático y apasionado por la ciencia y esto lo llevó a adquirir ese gusto por la lectura también, aunque últimamente la única razón por la cual lo hace es para buscar datos concretos en internet o en los mismos libros que pide prestados de la biblioteca, además de los que le ha regalado su padre adoptivo Byakuya.

Quería terminar de leer esos libros algún fin de semana tal vez, pero desde luego no sucedería en este. La verdad es que hoy, el joven científico tiene una cita.

No debería llamarlo cita como tal, ya que en realidad sólo se trata de un paseo por una convención científica junto a un chico que lo invitó hace unos días, una persona que tampoco conoce lo suficiente como para llamarlo interés romántico pero que inevitablemente ha generado éste en él.

Se trata de un chico alto, delgado, pálido y de porte elegante. Parece una muñeca, uno de esos modelos que sólo verás en la televisión y revistas caminando sobre una pasarela, y esos que a Senku no le interesan en lo más mínimo, a excepción de este en particular.

¿Le interesa entonces? Nah, ni un milímetro. En realidad, quería pensar que no.

Resulta que a Senku sólo le interesa lo que este chico tiene para ofrecer... Y no se refiere a cosas materiales, sino a las experiencias. Está camuflando su creciente gusto por él en esto.

Lo conoció en una exposición tecnológica hace unos meses, cinco para ser exactos.

Este chico le había comentado el haber sido forzado por su mánager a asistir como una aparición y servicio especial, pero que a pesar de estar ahí en contra de su voluntad aún así estaba interesado en el temario del multitudinario evento.

Desde luego, el susodicho apenas tenía una vaga idea sobre qué demonios le estaban explicando los expositores, y tampoco tenía muy claro cómo funcionaban los aparatos presentados con micrófonos y parlantes en enormes pantallas alrededor del recinto.

Según él, que se había presentado a sí mismo como Asagiri Gen, había sido de gran ayuda y una conveniente coincidencia el haber decidido hablarle a Senku, aunque su intención y motivación original para hacerlo sólo se trataba de preguntarle sobre su cabello.

Senku le enseñó todo lo que quería saber, y se lo explicó de una forma muy detallada pero lejos de ser confusa, más o menos.

El tumulto de gente no dejaba de crecer en el lugar, así que más temprano que tarde ambos chicos decidieron casi telepáticamente alejarse de la aglomeración de personas hasta llegar a un área más apartada y silenciosa, donde continuaron conversando hasta que la ocasión llegó a su fin y se dio inicio al cierre del espectáculo.

Lo que sucedió ese día había sido una conexión casi instantánea, una de esas que se dan entre personas realmente compatibles para ser amigos, y que son innegables así como inevitables.

Trifle Coincidence • Gen X SenkuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora