Jueves por la tarde, por fin podías ver el nuevo capítulo que salía de ese anime que estabas siguiendo y estaba en emisión.
¿Tarea? Ya te adelantaste en hacerlo en el receso para evitar tener que hacer algo ese día. En todo caso restaría estudiar, pero eso lo dejabas para el fin de semana aunque lo más probable es no quisieses igual esos días y con la excusa de descansar no lo hicieses, lo que acabaría en volver a estudiar todo el día antes del examen si es que te dignabas claro.
Te pusiste un pijama cómodo y te preparaste para la emisión del capítulo cuando te llegó un mensaje.
Lo ignorarías y responderías más tarde de no ser porque en la pantalla se mostró la palabra "Emergencia!" seguido de otro mensaje de la misma persona diciendo necesitaba urgentemente de tu ayuda.
Cogiste el móvil desbloqueándolo y abriste los mensajes. El último fue un "socorro".
Preguntaste preocupada qué sucedía. Ni siquiera lo leyó.
Soltaste una maldición en voz alta antes de darle a llamar mientras te cambiabas a algo con lo que poder salir y que siga siendo cómodo en caso de que algo malo hubiese sucedido realmente.
Seguirías llamando, pero viste demasiados animes donde estaban en una situación donde eran delatados todo por eso. No querías empeorar las cosas.
Llevaste únicamente el móvil contigo yendo lo más rápido que podías a casa de la persona que más cercana podrías considerar como amiga.
Finalmente llegaste agotada tocando la puerta de la casa. El corazón te iba demasiado rápido por la carrera que te diste.
Y ahí mismo tras unos segundos te abrió tu amiga.
— ¡Emma-chan..! Q..ué.. Pas..ó...
— Wah, eso fue tiempo récord.
Le miraste sin comprender aún intentando recuperar el aire.
— Pasa, pasa, ¿quieres un poco de agua?
Te lo pensaste un momento asintiendo mientras intentabas acabar de calmarte.
Realmente creíste algo le había pasado. Demasiado anime habías visto y teniendo en cuenta que su hermano tenía una pandilla te habías temido lo peor. Era bueno ver que no tenía ninguna herida. Ya te enfadarías una vez que acabases de regular tu respiración.
— Aquí — dice pasándote un vaso de agua.
Tomaste un poco.
— Hola (T/N)-chan.
Levantaste la vista viendo a Hinata. No hablaste con anterioridad mucho con ella, pero sí la conociste por Emma. El problema no era verla ahí, sino que estaba cargando a un niño que se te hacía familiar.
Asentiste como saludo girando de nuevo a ver a tu amiga.
— Cuál era el problema.
— Sobre eso..
Escuchaste un llanto.
— ¿Eres buena con los niños?
— ¿¡Hah!? No fastidies Emma, yo aquí creyendo te secuestraron o algo peor y me llamas por unos mocosos ¡Claro que no! No me gustan.
— Pero si eres buena con los animales.
— ¡No compares! Son adorables. Los niños son cosas del demonio y malagradecidos. No tienen nada de lindo..
El llanto se hizo más fuerte y parecía era más de uno. Las seguiste a la sala donde habían varios bebés.
— Desde cuando tienes una guardería...
