Capítulo 4

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Ellevan.

Después de volver a casa y tener una noche intensa con Victoria, me levanto agotado y aunque diga que no bebo más de la cuenta, ayer fue la excepción.

Pienso que en el destino cuando das un paso desafortunado, o mejor dicho cuando alguien cambia tu vida de alguna manera, te premia con cosas mejores. Y, aunque mi vida se haya transformado, agradezco por tener a mis amigos que de alguna forma u otra son hermanos.

Abro el refrigerador, agarro un pomo de agua ya que siento que la garganta se me está quemando.

- Buenos días amor. Tu teléfono esta sonando.- me lo pasa y lo descuelgo.

-salgo a la terraza. - Buen día hijo. ¿ Que tal el departamento?

- Todo bien. - me limito a decir.

-¿ No fuiste a clases hoy?

- No, es día de descanso.

- Ok. Más tarde paso a verte. Cuídate Ellevan.

- No te molestes. Adiós.- le cuelgo.

-Cariño, porque tratas así a tu padre, si es un amor- me da un abrazo por detrás pero me quito.- ¿Que pasa?

-Victoria creo que deberías ir a casa. Ya es tarde y tengo un par de cosas que hacer. - le cambia la cara.

- ¿Pero se puede saber que te pasa?.

-Nada.

- Después de como me trataste ayer, ¿vas a volver a la misma mierda de antes?. - solo aumenta mi dolor de cabeza.

- Vamos te llevo. - la cojo del brazo y se suelta un tanto brusco.

- Eres increíble. Es más te digo algo es que no ves las cosas Ellevan y estoy cansada de lo mismo, créeme he intentado de todo por nuestra relación pero no haces más que reservarte las cosas y pensar que no hay personas que pueden ayudarte.- su pecho le sube y le baja.

-Victoria no empieces joder.

- Y gracias me voy sola.- agarra sus cosas y sale dando un portazo.

Después de que Victoria se marchara me he quedado pensasando, se que me porte mal con ella pero tiene que entender nuestra situación, se lo he dicho muchas veces que no quiero nada oficial, que somos solo amigos con ventajas o derechos como quiera llamarle, solo eso nada más va a pasar pero ella se niega a entenderlo.

Sabe bien claro que no permito que nadie opine sobre mi relación con mi padre es mi decisión si quiero o no arreglar las cosas y este no es el caso. Me encaminó a la habitacion y tomo una ducha,le paso un mensaje a Jean con la ubicación del departamento para que pase por acá, la verdad es que necesito desahogarme y solo con él puedo hablar libremente.

Entre el berrinche de Victoria, la llamada de mi padre y por si fuese poco el olor de cierta rubia todavía en mi cabeza me tienen muy alterado, no se que es lo que me pasa con ella pero solo se que desde ayer su olor es un golpe fulminante en mi mente, el sonido del timbre me saca de mis pensamientos y es lo que necesito no pensar más en ella. Camino hacia la puerta y la abro.

-Pensé que te habías muerto ya que no abrías- dice mi mejor amigo y de un empujón me aparta para pasar - Ohh, nada mal Ellevan este departamento esta espectacular, por favor dime que hay más de dos habitaciones.

-Si Jean, tiene cuatro y la verdad es que no esta tan mal, pero lo mejor que tiene es que no está el viejo por aquí. –digo cerrando la puerta y acostandome de un tirón en le sofá.

-Ya veo, alguien anda de mal humor por aquí– dice sonriendo y ruedo lo ojos– Cuéntame pequeño Evan que pasa por tu oscura mente.

-Es que últimamente Victoria ha estado... No se creo que se esta confundiendo, cree que estamos una relación y eso no es lo que le he dicho, también está mi padre parece que quiere arreglar un vínculo que nunca ha existido entre ambos y para culminar esta esa rubia que no sale de mi mente.

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