Único Capítulo

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No era ninguna novedad que Draco inefable sexi Malfoy estaba encandilado, embelesado, deslumbrado, fascinado, prendado, pero NO enamorado de Harry auror despistado Potter.

Porque para enamorarse había que conocer a una persona, saber de sus manías, sus gustos, sus demonios y sus placeres. Y Draco no sabía nada de eso, porque nunca tuvo la oportunidad de acercarse a Potter, en realidad Harry nunca le dio el pie para que pudieran relacionarse, siempre lucía tan lejano, inalcanzable a los pensamientos del pobre dragón que sufría con cada indiferencia del héroe mágico. Por consiguiente, su conclusión era que NO estaba enamorado de Potter, si no mas bien Harry le gustaba, demasiado como para admitirlo, y demasiado como para negarlo ante sus compañeros del ministerio.

Todos en el ministerio, jóvenes y viejos, magos y brujas sabían de este pseudo enamoramiento del mejor inefable de la historia con el auror mas joven de la historia. El único que parecía no notarlo era el mismo protagonista de esta novela que ya tenía sus propias conclusiones y desenlaces dentro de los cotilleos del ministerio.

Es que apesar de todos los intentos (fallidos) de Draco por demostrarle su interés a Harry el susodicho parecía o no quería darse cuenta. Y era por ello que Draco desde hacía un tiempo había decidido seguir probando por otros cuerpos. Claro que ninguno le satisfacía, ninguno le entusiasmaba como para una segunda cita, ninguno era el maldito Potter. Lo que ansiaba Draco por una caricia del salvador, por un beso...tenía tanto para ofrecer.

Su amiga y compañera Luna le había dicho en alguna ocasión que a Harry le pasaba lo mismo, solo que era un poco lento de entender señales.

-Dices Luna que debería ser más obvio? para su cumpleaños pasado le regalé una invitación a una lujosa cena a la que nunca llegó!-esa noche había sido devastadora para Draco, estuvo esperando a Harry en aquella mesa por mas de una hora, hasta que el mozo se acercó y le pregunto si iba a ordenar. Muy furioso pateo todo delante suyo y salió embravecido, dolido, llorando, odiando a Harry en todas las manifestaciones mágicas conocidas.

-No Draco...con Harry debes ser original, dar las señales correctas...

-Y esas cuáles serían?-dijo tomándose el puente de la nariz, con aparente molestia.

-No lo sé...yo ya tengo pareja-dijo sonriendo y lo dejó solo con las maldiciones en la punta de la lengua.

«Que gran ayuda Luna! bienvenidos tus consejos de mierda!!!» se decía mentalmente ya que en el departamento de los inefables estaba prohibido insultar.

Jamas lograría nada con Potter, eso era indiscutible, ¿pero por qué Luna había dicho eso?no era que el famoso auror se lo viera acompañado, al contrario de Draco nunca se le había conocido pareja, «¿será qué es asexual?» pensaba Draco mientras revisaba algo en la cámara del tiempo. «Si tan solo este trabajo me podría dar una pista...» pero no, las cámaras no estaban para ayudar, todo lo contrario, estaban para confundir más.

Termino con eficiencia su jornada, era tarde, siempre que le tocaba la cámara del tiempo se excedía y terminaba mucho después que los demás.

Miro la hora del reloj que colgaba de la puerta de la cámara, eran las 23pm «seguramente ya estarán por la primera ronda de cervezas» era jueves y como todas las semanas desde hace dos años, era noche de Karaoke entre los empleados del ministerio. Pero no estaba de humor para asistir y además ya habrían empezado sin él y eso le daba gran flojera. Sumando que su ánimo pesimista se negaba a oír cantar horrible a Blaise y menos soportar los alaridos de Granger. Se iría a su casa y bebería tanto whisky de fuego como su sistema podría aguantar. «Si ese es el mejor plan Draco»

Por suerte tomo el ascensor y este iba vacío, de verdad no tenía humor para aguantar a nadie, la charla con Luna lo había desencajado de una mala manera. A veces si no supiera que era tan buena, darían ganas de matarla.

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