El pelinegro siempre fue consiente de la habilidad innata que tenía su mejor amigo para convencer a la gente de hacer cualquier locura o estupidez y no pensó que caería ya que conocía todas sus artimañas, sin embargo, recién ahora se dio cuenta de lo ingenuo que había sido al confiarse tanto en una situación que fácilmente se salió de control.
-Carajo, como lo lograste?
Se sentía un completo imbécil por dejarse engatusar por un buen vino y una exquisita labia, pero no podía sentirse más contento de haber doblegado ante eso, sonrió y después de una mirada juguetona a su acompañante dormido tomo el control de la televisión para poder distraerse hasta que el rubio despertara, ignorando por completo que su momento de relajo e indiferencia a la vida estaba causando un apocalipsis al otro lado de la ciudad
-Ay.
Un delirio, Hanta bajo un poco el volumen de la televisión al escuchar ese quejido de parte de su "mejor amigo", él no estaba preocupado por la resaca o el dolor de cabeza en absoluto, nunca había sufrido de tal cosa a pesar de lo mucho que tomara la noche anterior.
-Mierda.
Lo observo levantarse e ir al baño, parece que el rubio no se había dado cuenta de su presencia porque sin vergüenza alguna se había marchado completamente desnudo, claro que se cubrió el rostro de inmediato, pero estaba seguro de haber visto lo suficiente como para sobrepasar los límites de la amistad que supuestamente estaban establecidos por sus otros amigos más sensatos. se quedó como estatua mientras el rubio regresaba, es increíble que ni de la tele encendida se había percatado.
-Demonios, voy tarde. -se había dicho Denki a si mismo mientras salía del baño con una toalla amarrada a la cintura.
-Tarde a dónde?.
Y un grito agudo dejo casi dejo sordo al pobre pelinegro.
Cuando el grito se detuvo pudo encontrarse con los ojos ámbar del contrario, los mismos que lo veían con asombro y miedo, por un largo rato conservaron ese encuentro de miradas y lo único que se escuchaba eran los ruidos de la televisión y la playa a la lejanía, Hanta no sabía que decir así que atino a sonreír después de un rato pero no recibió señales de vida, Denki parecía haberse quedado congelado en un lugar al lado de la cama, ni respiraba al parecer.
-Tu....no deberías estar casándote ahora mismo?.
Hanta pudo suspirar aliviado al oír su temblorosa voz, al menos ahora sabía que no lo había matado de un susto.
-Creo que sí.
Desinteresado, así se escuchaba el pelinegro, completamente ajeno a cualquier sentimiento de ansiedad o estrés que normalmente desencadenaría una situación como esa.
Denki giro la vista hacia la televisión y con desesperación empezó a buscar algún indicador de la hora, pero no encontró nada, seguido de esto empezó a buscar su teléfono y lo encontró tirado en la alfombra, al instante en el que lo prendió ignoro el hecho de que su pantalla estaba quebrada y se concentró en la hora.
-Deberías haber estado en esa iglesia hace como una hora. - Regaño entrando en pánico.
Hanta empezó a reírse a carcajadas, el pelinegro no podía creer que su amigo podía cambiar de rostro con tanta facilidad, recordaba que la noche anterior lo había visto tan fuera de esa fachada que ahora solo podía verlo como a una mala broma, por otro lado, a Denki no le parecía gracioso nada de lo que estaba pasando.
-Por qué pones esa cara?
Le pregunto ya que el rubio parecía realmente afligido.
-No es gracioso...arruine tu matrimonio.

ESTÁS LEYENDO
-𝑈𝑛 𝑣𝑖𝑛𝑜 𝑦 𝑢𝑛𝑎 𝑐𝑒𝑟𝑣𝑒𝑧𝑎- °ˢᵉʳᵒᵏᵃᵐⁱ°
Fanfiction-copas de licor, un escenario de lo mas lividinoso y ellos dos completamente solos, que pudo pasar un día antes de la boda de Hanta?-