Las mariposas azules | Jikook

Morpho helenor

Morpho helenor:

Es una mariposa grande, llamativa, de vuelo poderoso, lento, ondulante, a baja o media altura, con habituales planeos y bruscos aleteos, generalmente recorriendo senderos en sectores umbríos y húmedos de las selvas donde habita. Se posa sobre frutos fermentados que caen al suelo.

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Después de aquella intensa y extraña conversación, ambos decidieron pedir algo de comer ya que no querían cocinar y no es como si sus padres hubieran dejado algo de cenar, no es que no quisieran, si no que Jungkook les dijo que no se preocuparan por eso.

La puerta sonó y Jimin fue quien bajó corriendo las escaleras, empeñado en pagar.

—Ya me toca Jungkook!— Grito zafándose de los brazos del más alto.

—Pero eres invitado— grito detrás suyo.

—Ya no seas ridículo y déjame pagar!— Grito abriendo la puerta rápidamente, topándose con dos rostros familiares.

Ambos adultos estaban parpadeando ante la escena, la mujer soltó una suave risita al igual que su pareja.

—Es un gusto verte Jimin, no sabía que vendrías hoy a casa— Hablo una linda mujer castaña de cabello corto y ligeramente ondulado, los ojos almendrados, y sus labios cereza, una mujer hermosa.

—Señores Jeon!— Jimin salido inmediatamente y Jungkook salió confundido.

—¿No saldrían a cenar ustedes dos?— Preguntó el castaño viendo a sus padres.

—Olvide mi billetera— Sonrió apenado el hombre de rostro gentil.

—Ay papá— Rodó los ojos y se escucharon risitas, su padre entró en la casa y Jeon simplemente se apoyo en el hombro de Jimin.

—¿Como esta tu madre Jimin?— Preguntó sonriente.

—Muy bien, y usted? Luce muy hermosa— Jeon soltó una suave risita y su madre también.

—Me encuentro bien mimi, y muchas gracias, Jungkook nos mostró tu presentación del viernes pasado, te veías hermoso, como siempre—

Jimin se escondió en sus hombros, totalmente apenado y es que la madre de Jungkook era como su segunda madre, cuando las cosas estaban difíciles en su hogar, los padres de Jungkook siempre le dieron su hogar como refugio.

—Aquí está vida mía— Anunció su padre saliendo de la casa y miró a ambos adolescentes.

—Pórtense bien, no beban—

—No pá— Contestó sonriente, el castaño se despidió de sus padres al igual que el peliazul.

Al cerrar la puerta, Jimin observó al menor y sonrió.

—Tus padres son una pareja hermosa ¿Si eres consciente de cómo se miran?— En el pecho, en su profundo pecho, Jimin deseaba que algún día, alguien pudiera verlo así, y el sentirse feliz por eso.

Jeon pasó su mano por los cabellos de Jimin, y los miró por unos segundos.

—Soy consciente de cómo se miran entre ellos, parece que el universo desaparece, y sólo existen sus dos almas— Sus ojos seguían apreciando las raíces obscuras del cabello de Jimin.