—Laaann Zhaaann~ —Wei Ying arrastró las palabras. —Lan Zhan, Lan Zhan ¿Por qué caminas gracioso?
Lan Zhan no respondió. Rodeó sus hombros con un brazo y siguió ayudándolo a subir las escaleras.
—¡Hey! ¡Lan Zhan! —hipó —¿Dónde vamos? ¿Dónde están los demás? —Wei Ying se detuvo y trató de liberarse del agarre de Lan Zhan.
—¡Wei Ying! —reprendió Lan Zhan. Wei Ying casi perdió el equilibrio al tratar de soltarse de su brazo.
—¡...Lan Zhan! La fiesta... La fiesta... —protestó.
—Wei Ying, necesitas descansar. —Lan Zhan continuó guiándolo hasta su habitación.
—¿Por qué? ¡Es mi cumpleaños!~ ¡Lan Zhaann~! ¡Lan Zhaaann~!
—¿Es porque —hipó —todo está dando vueltas? No te preocupes Lan Zhan, no me caeré. ¡No debes —hipó —preocuparte! ¡No pasa nada Lan Zhan! ¡Lan Zhan! —su tono de voz se tornó ligeramente serio, aunque aún seguía arrastrando las palabras —nunca debes estar preocupado. —sentenció señalando con un dedo al vacío. —Yo puedo encargarme de todo...
Lan Zhan suspiró. Wei Ying continuó divagando a su costado. Pero, además de sus protestas por momentos e incoherencias en otros, no se resistió más a ser llevado.
—...Wei Heng puede ser un dolor de cabeza, pero es bueno Lan Zhan... —hipó —está ayudando. ¡Oh! Y MianMian también. ¡Es genial Lan Zhan!
Lan Zhan demoró unos segundos antes de tararear dándole la razón.
Cuando ingresaron a la habitación, Lan Zhan encendió la luz. Wei Ying dio un grito y cubrió sus ojos con las manos. —¡Lan Zhan! —se quejó.
—Lo siento. —La luz fue apagada de inmediato.
Wei Ying bajó sus manos y entrecerró los ojos. Parpadeó lentamente reconociendo el lugar. —¡Es mi habitación~! —exclamó asombrado.
Giró varias veces mientras señalaba cosas que le aseguraban que esta era, sin lugar a dudas, su habitación. —¡Mi guardarropa! ¡Mi cama! ¡Mis pósters! ¡Mi lámpara! Mis libros... —mencionó lo último con voz desanimada.
Y su mirada se quedó allí. Mirando fijamente los libros. Dejó de hablar. Su expresión se entristeció.
Aunque no era visible, él sabía que aún estaban allí. Ya no servían. Pero Wei Ying no había querido deshacerse de ellas.
Entre las hojas del libro más grueso, el de física, dos entradas al parque de diversiones permanecían intactas.
—¿Wei Ying?
Wei Ying dio media vuelta. —¡Lan Zhan~! ¡Estás aquí~! —volvió a sonreír. —¡Estás aquí~!
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Más allá de... ¡Hola Wei Ying! [EXTRAS]
RandomNo todo lo que está detrás de una sonrisa es felicidad. Porque nos quedamos con ganas de más... ya están aquí... ¡Los extras de la historia ¡Hola Wei Ying !! OJO: Para entender este libro tienes, sí o sí, que leer antes ¡Hola Wei Ying! _____________...