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Las personas gritan su nombre con emoción al terminar de cantar la última canción que presentaría en ese concierto

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Las personas gritan su nombre con emoción al terminar de cantar la última canción que presentaría en ese concierto. Taehyung mira hacia el frente con una sonrisa, y lo sabe. Sabe que es allí donde pertenece, porque basta con ver a esas incontables personas que están en ese lugar solo por él para darse cuenta que ese siempre ha sido su sueño. Y el que se haya vuelto una realidad le causaba una felicidad infinita. Amaba el escenario. Amaba mostrarle al mundo su talento.

Pero más amaba a esa persona que tenía ahora mismo frente a él. Min Yoongi. ¿Cuándo se había enamorado de él? No tenía idea. Simplemente llegó un momento donde no podía sacárselo de la cabeza, donde soñaba ciertas noches con su bello rostro, y en otras, con su precioso cuerpo debajo del suyo. ¿Acaso estaba volviéndose loco? Dios, le aterraba tanto el amor, Sobre todo cuando se supone que su relación no tiene que ser más que laboral. Yoongi es su mánager y aunque no sea famoso tiene a un montón de chicos y chicas babeando por él, No creía tener oportunidad.

Su mánager le sonrió, dándole una palmada en el hombro para luego emprender su camino hacia el auto en donde les esperaba su chofer para llevarlos a la suite.

Durante el recorrido, Taehyung observaba a Yoongi. Él no parecía percatarse de su mirada, estaba inmerso en la agenda que tenía entre sus manos, leyendo y escribiendo cosas. Y siguió haciendo eso incluso al llegar al hotel, hotel en el cual los dejaron solos.

Yoongi se encontraba sentado frente al escritorio, haciendo su trabajo como mánager. Era tarde, pero de todos modos no tenía sueño.

—Uhm, tienes una entrevista la próxima semana —le comentó pasando las páginas de la agenda para anotar aquello—. Y Vogue solicitó una sesión de fotos, probablemente seas la portada de la revista.

El azabache alzó una ceja, y luego de asentir con la cabeza, se levantó de la cama para acercarse al mayor. Ahora estaba tras él, inclinado hacia adelante y apoyando sus manos en el escritorio. Lo tenía acorralado, y sin poder evitarlo, su mente se llenó de imágenes y escenas en donde hacía suyo al castaño justo contra ese escritorio.

—¿Taehyung...? —dijo su mánager al sentir la respiración pesada del menor demasiado cerca de su cuello—, M-me haces cosquillas.

Taehyung soltó una risita, y haciéndole caso a sus deseos, lamió sutilmente la zona cercana a su oreja. Yoongi sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, incluso dejó caer la pluma al suelo de la impresión. ¿Qué le ocurría a ese chico? ¿Y por qué le estaba gustando lo que hacía?

—Deja de trabajar, Yoongi —le susurró al oído. Se estremeció —. Y divirtámonos ésta noche.

—¿Q-qué? —el castaño hacía todo lo posible por no voltearse a verlo. Mantenía la mirada fija en la pared—. Ah... ¿Quieres que salgamos a beber algo? Supongo que no estaría mal, ya no hay muchas personas afuera ya que es t-tarde, así que no tendrás fans pidiéndote fotos o a-algo así.

𝐌𝐄𝐑𝐂𝐈𝐋𝐄𝐒𝐒𝐋𝐘 - 𝖳𝖠𝖤𝖦𝖨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora