Para Alicia el sexo nunca había sido importante. Su primera vez no la recordaba agradable. Luego, ese año como dama de compañía, teniendo sexo por dinero, la marcó y aprendió a no pensar en eso.
El sexo con su esposo tampoco lo disfrutaba mucho. Como médico sabía de los procesos del cuerpo con el sexo, pero realmente no le interesaba. Solo sabía que había algo más que ella nunca había sentido.
Esa noche, con Martín, lo sintió. Por primera vez sintió un placer real. Y se entregó.
Para Martín también fue arrollador y especial lo que sintió por "Fedora".
Entraron a la habitación amarrados en un beso arrollador. NUNCA habían sentido nada así por nadie. Martín se colocó detrás de ella y con delicadeza bajó cada tirante del vestido que Alicia Llevaba. Acompañaba cada movimiento con un beso en los hombros y cuello de ella.
Alicia solo cerraba los ojos. Cuando el vestido cayó y se reveló el cuerpo perfecto de Alicia, a Marín se le aceleró el pulso. Ella volteó y comenzó a desnudarlo. Le quitó la chamarra y desabotonó el pantalón.
Lo hacía viendo a los ojos a Martín, con una cara entre pícara y tímida.
Ambos terminaron de desnudarse y sus corazones estallaban de pasión.
Alicia nunca había sentido el contacto de un hombre con esa intensidad. La delicadeza de Martín al acariciarla y besarla completa, la encendieron.
Ella respondía, tímida al principio, pero luego simplemente se atrevió. Se atrevió a acariciar y besar a Martín por completo.
La delicadeza y al mismo tiempo, su fuerza, al penetrarla, también la estremecieron. Ella solo se dejó llevar, hasta explotar en un orgasmo que jamás había sentido. Al finalizar, Alicia solo supo que era Feliz.
Para Martín la experiencia fue arrolladora. Su cuerpo explotó. Solo sabe que ese placer iba más allá de lo físico. Cuando se iba quedando dormido, con Alicia abrazada, solo supo que la amaba.
La noche siguiente era la última de Alicia en el hotel. Nunca reveló a Martín su verdadero nombre ni le aclaró quién era. Menos le dijo que era casada y tenía dos hijos.
Pasaron otra noche de pasión. En el momento del clímax, ambos pronunciaron casi al mismo tiempo: Te amo.
Al día siguiente, muy temprano, Alicia abandonó a Martín. Le dejó una nota con tres palabras
TE AMO,
FEDORA