Capítulo 3:

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Desperté con un ánimo terrible no tenía ganas de hablar con nadie, solo me llevaron mi desayuno a la cama, como siempre mis pancakes con zumo de naranja; llamé a catia que enseguida llegó a mi casa y aparcó su Maserati Gran Turismo negro, regalo de sus padres en un viaje a Italia, fuera de mi casa.
Cuando Catia me observó me di cuenta de que debo de verme horrible por la mueca de su rostro; se recostó a mi lado y vimos películas comiendo helado toda la tarde hasta que nos dieron las 5 y nos apetecía salir de esa habitación, no queríamos ir al cine ni al mall, así que investigando encontramos una fiesta hoy a las 10:00 pm y nos agradó bastante la idea de una fiesta para pasar las penas nos dimos una siesta bastante larga para durar en la fiesta... cuando despertamos eran las 7 de la tarde, nos dimos una ducha, ella en el baño del pasillo y yo en el de mi habitación; la verdad es que Catia no quería volver a su casa ya que estaba su fastidioso hermano Fede Coulins que estaba bien bueno con todos sus amigos que solo eran unos par de patanes arrogantes. La verdad es que el hermano de Catia que a pesar de que yo tenía 16 y él 18 siempre me había mirado con esa mirada irresistible y esos ojos azul verdoso tan hermosos que tenía y ese cabello alborotado y hermoso que a diferencia de Catia era un color miel, y yo a él le demostraba que le tenía unas ganas que me mataban jajaja lo sé soy una pervertida; saliendo de tema buscando vestido con Catia se nos había pasado 1 hora; por lo cuál nos decidimos yo: uno color rosa palo y ella un negro espectacular muy ajustado a sus curvas, nos pusimos maquillaje necesario y de peinado fue solo pelo lacio natural de ambas y... nos fuimos de fiesta.

Mientras te olvido...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora