Me encuentro yendo hacia casa de Mateo pues hace aproximadamente 3 días que no hablamos pero creo estar bien con el, no le avisé que iba ya que quería caer de sorpresa, pase a comprarle unas gomitas que eran sus favoritas y caminé hasta llegar, toque la puerta y no podía creer lo que estaba viendo.
Mateo amor, te buscan -dijo Martina y al instante apareció Mateo, me miró como si tuviera enfrente a un mismísimo fantasma-
Perdón por interrumpir-dije y di la media vuelta para irme, sentía coraje y tristeza, no caminé mucho porque sentí que me agarraron el brazo, voltie y era Mateo mirándome arrepentido-
Déjame explicarte porfavor-dijo y pude notar que sus ojos se cristalizaron-
Explicarme qué Mateo, no tenes que darme explicaciones si no somos nada -dije con bronca-
Mere te juro que no es lo que parece, escúchame-dijo y las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos-
Ya te dije Mateo, vos y yo no somos nada quédate tranquilo-dije y me solté de su agarre para irme-
Llegue a mi casa y por suerte no había nadie a la vista, subí a mi cuarto y me acosté en mi cama, al poco tiempo las lagrimas comenzaron a salir, me sentí mal pues se supone que estábamos arreglando las cosas para intentar algo, nos habíamos vuelto muy unidos aunque no hubieran besos ni tantos abrazos pero estábamos intentando volver a formar algo.
[•]
Me encuentro Caminando a la escuela pues mis padres tuvieron que salir más temprano y no me pudieron traer, vengo escuchando música con solo un auricular ya que debo estar alerta a mi al rededor.
Al llegar me voy directo al salón pues no vi a Damián y supuse que estaría en el salón, llegue y efectivamente estaba adentro, me senté junto a él y lo saludé.
Traes una cara de muerta Meredith, todo bien? -dijo mi amigo mientras acariciaba mi cabello-
Me desvele un poco -dije sonriendo a medias y este me miró no muy convencido pero no pregunto más-
Me recoste en su hombro y este recostó su cabeza en la mía, cerré mis ojos y traté de no pensar en lo que había sucedido, mi paz duró poco pues al poco tiempo alguien habló e hizo que abriera mis ojos y me despegara del hombro de Damián.
Hubieras avisado que irías ayer así te recibíamos mejor -dijo la insoportable de Martina mientras mostraba una falsa sonrisa-
Verdad? Así me avisaban que estabas y no llegaba -dije y esta me miraba indignada-
Agradecí internamente que llegara la Maestra así no debía escuchar sus respuestas.
De que habla? -dijo mi amigo susurrando-
Te cuento al rato-dije de la misma forma que el y prestamos atención a la clase-
Paso un buen rato y agradecí que la chicharra sonara para salir al recreo.
Ahora sí contame-dijo mi amigo intrigado-
Pues ayer fui a casa de Mateo pero no le avisé que iba y pues al llegar toque y me abrió Martina -dije y este me miró con los ojos bien abiertos- y la muy pelotuda le habla por amor-dije y rodeado los ojos-
Ay no, tan bien que me estaba cayendo el truenito -dijo y rei por su comentario-
[•]
Gracias al cielo ya era la hora de salida, espere a mi compañero y salimos juntos para cada quien irnos.
Creo que alguien te está esperando allá afuera -dijo Damián y voltie encontrándome con Mateo quien me miraba algo apenado-
Ay chicas me voy, vino mi novio por mi -dijo Martina cerca de nosotros y mis esperanzas de que haya venido por mi se habían caído-
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𝒀 𝒂𝒉𝒐𝒓𝒂 𝒒𝒖𝒆́ 𝒑𝒂𝒔𝒂𝒓𝒂́? "𝑀𝑎𝑡𝑒𝑜 𝑃𝑎𝑙𝑎𝑐𝑖𝑜𝑠"
Teen FictionDos personas que se aman más que a su propia vida pero no es posible que estén juntos.