Comienza la semana, en invierno y como siempre me levanto a las 6:30am
Mire por octava vez ese libro, recordando la tarde anterior.
Me vestí con el uniforme de color chillón y salí con mi paraguas, llovia tan fuerte. La vi a ella, en esa esquina temblando con su mochila colgada en los hombros y esa pollera tan corta.
No la saludé, tengo mucho sueño. Le dí mi campera, me agradeció y como impulso al ver sus labios temblando, sostuve su mentón y la besé tan suavemente como si sus labios rosas sabor a cereza fueran lo más preciado de mí mundo.
Saque mi mano y solo podia observar sus ojos, iba a decir que ya teniamos que irnos pero agarró mi rostro y puso sus manos en mis mejillas para acercarme bruscamente a escazos centímetros de su rostro, lo cuál provocó otro beso.
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Tus labios sabor a cereza
RomanceUn estudiante que cuenta como fue su primer beso con ella... Para el la mejor chica que vio en su vida