Memorias

?

me levante de la mesa pidiendo permiso ya queriendo retirarme, mientras tomaba mis cubiertos y mi plato casi lleno, mi madre me miraba confundida.

-cariño, casi no has tocado tu plato..¿te sientes bien?-

-si mama, disculpa hoy no e tenido mucho apetito-

una de mis hermanas me miro con la misma reacción que mi madre, para así también hablarme

-debes comer un poco mas, prácticamente no tocaste tu plato-

-lo siento hermana pero no tengo muchas ganas de seguir comiendo, realmente me siento bastante satisfecha con esto, con su permiso.

finalmente me levanto de la mesa con mi plato y mis cubiertos, dejo estos en el lavaplatos y la comida la dejo dentro del refrigerador.

comienzo a subir las escaleras para poder llegar a mi habitación, y poder recostarme un rato. Un dolor punzante me detiene al cerrar la puerta de mi cuarto, mi estomago estaba reclamando la comida que no comí.

-no es momento..-

hable en un suave susurro solo audible para mi. estoy muy cansada, no tengo energías para seguir estando en pie y caigo desmallada encima de mi cama. prácticamente no comí en casi toda la semana por decirlo así, mi cuerpo estaba decidido a descansar por lo menos un momento, y dejar de preocuparse por todo de una vez.

ya eran las 4:19 de la mañana, estaba en el refrigerador de la cocina comiendo con desesperación la comida que había dejado de antes, parecía un completo animal.

cuando lo termine, arrase con todo lo que encontré a mano y/o que estaba cerca de mi, cualquier cosa que comía sabia muy bien para mis papilas gustativas.

por un momento, inesperadamente me detuve sin poder moverme, paralizada en frente del refrigerador con mis manos y boca manchadas de salsa de tomate, con la mirada pegada a la nada esperando una reacción de mi propio cuerpo, como si este se controlara por si solo.

mis ojos comenzaron a derramar lagrimas de forma inminente. como si intentaran avisarme de algo que no podía sentir, un dolor que estaba presente pero que mi cuerpo en si no reconocía. era un sentimiento horrible que no podía dejar de sentir, era desesperante y el dolor no solo era físico, si no también mental. mi cabeza se sentía tenue ante los pensamientos intrusivos y agresivos de la voz que permanecía dentro de mi cabeza. de la nada la salsa de tomate ya no tenia un color rojo ligero, si no un color rojo muy intenso, con un olor nauseabundo a metales y a sangre, que prácticamente podría ser lo mismo.

mi cabeza estaba delirando, sentía como todo a mi al rededor comenzaba a dar vueltas. estaba muy mareada, las nauseas cada vez comenzaban a ser mas presentes y notables en mi garganta. todo mi interior ardía, dolía.

dolía y dolía mucho.

ya no hay mas que comentar, ya no tengo mas que hacer ni de que decir.

solo me quedare aquí, acorralada en un rincón de mis propias sombras, de mis propios miedos.

de mi misma.

como lo dije y como lo pensé, me apoye en la pared de un rincón de la cocina descendiendo de a poco, sentándome en el suelo mientras llevaba mis manos de forma lenta hacia mi cabeza, agarrando de mis propios cabellos color lavanda y también tirando de ellos. escondí mi cabeza entre mis piernas estando en posición fetal. la única luz que entraba a la habitación, era la del refrigerador que había dejado abierto.

estaba escondiéndome de mi misma, de mis propios miedos y de mi propio hambre. estaba asustada, nada tenia sentido ¿que esta pasando? ¿que ocurre? ¿que me pasa? ¿que es lo que e echo?

estoy confundida, mis recuerdos se mezclan y ya no soy capaz de moverme como lo ruega mi cabeza. solo tiemblo, tiemblo como un maldito flan, como una maldita jalea que en cada momento están empujando.

soy un flan vencido, con un olor a vinagre y un agrio sabor a limón. con una textura suave pero como una masa harinosa muy húmeda. de esta desborda un jugo desagradable, que seria mi propia sangre.

doy asco, me doy asco.

creo que ya es hora de dormir.

que tengan buenas noches, los estaré mirando desde el rincón de la cocina.