Capitulo 19

19 0 0
                                    

Me quedo un momento analizando todo, Viridiana está muy tranquila al igual que Steven, detrás de mi hay un cuadro de una señora con Steven y Viridiana.

- ¿Pero los señores Cabrera murieron hace mucho no? - decido preguntar

Viridiana acomodando su cabello y se inclina hacia delante - Años más tarde se comprobó que fue provocado el accidente, inculparon a la señora Cabrera pero el señor Cabrera se culpo para que a la señora no le pasara nada, el señor murió en la cárcel porque unos carceleros lo apuñalaron, la señora se fue a Francia vivir y ya nadie supo nada de ella.

- ¿Alguien más sabe de esto?

- Solo tu y Walder

- ¿Por qué decidieron contarmelo a mi? - pregunto acomodandome en mi lugar

Ambos intercambian miradas y suspiran - Liana, sospechamos que lo que le pasó a tu padre. ¿Te digo algo?, los Cabrera y los Stephen son lo peor del mundo, así que, si eres fuerte, afronta todo y huye a otro lugar.

- ¿A otro lugar? - pregunto confusa - no conozco otro lugar más que este.

Steven viene hacia mí y me entrega un sobre rosa con el nombre de mi padre - Sabes que hacer Liana, tu avión no tarda en salir, no hagas más preguntas, solo vete.

Sin nada más que decir los abrazo y caminamos juntos a la puerta, al abrirla nos encontramos con lo peor, los hermanos Stephen que miran a Viridiana y a Steven con una cara terriblemente enojada, miro a Walder quien me mira con completo coraje.

- Nos traicionaste- es lo único que sale de su boca

- ¿Que? - pregunto con demasiada confusión

-¡¡NOS TRAICIONASTE LIANA MALDITA SEA, PUDRETE CARAJO!!

- Walder yo... - intento arreglarlo pero de la nada Walder se avienta sobre mi dándome un fuerte golpe en la cara que me hace caer.

Todo lo que escucho son gritos, a lo lejos escucho un balazo, mis ojos ven como Walder cae sobre mi con la ropa llena de sangre.

Le doy una última mirada a Walder quien está tirado sin moverse y con los ojos cerrados, tomo su mano y la aprieto fuertemente.

Junto a él, cierro los ojos y simplemente dejo de escuchar todo, no escucho nada, no veo nada, simplemente dejo de luchar.

En tu nombre...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora