Capitulo 18

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Bajé con mucho cuidado, caminaba hacia cancha donde entrena el equipo de basquet, mañana es el gran partido contra las dos escuelas.

- Buenos días Liana

- Q-que, ¿Que haces tu aquí? - pregunto intentando buscar una salida pero hay camionetas que me rodean.

- Pues realmente vine a platicar contigo, se que te conviene escucharme.

- Señor disculpeme pero desde esa vez que usted me dejó tirada en el jardín yo no lo quiero volver a ver - intento caminar pero él me jala por el brazo.

- Escuchame bien, sabes que es por tu bien y creeme que si no me haces caso te arrepentirás y lo pagaras muy caro, hasta entonces cuidate las espaldas - camina rápidamente mientras se arregla el traje.

Llego hasta las escaleras donde está Estela y Evelyn.

- Hola chicas - saludo de manera normal y ella no me contestan solo se quedan calladas.

- ¡¡WALDEEEEER!! - grita Estela cuando todos los chicos vienen hacia nosotras

- Hola Estela - la saluda Walder mientras ella lo acerca demasiado a su cuerpo.

- Hola hermanita - saluda Ian quien trae un helado en la mano - que flojera verlos jugar, nisiquiera saben jugar

- Deja tu eso, el hecho de que como ya serán padres y... - Cameron se queda callado cuando Wyan le da un codazo

- Emmm bueno vamos a entrenar - los chicos siguen su camino.

Durante todo el rato Evelyn y Estela me ignoraron, solo hablaban entre ellas, todo el rato escuchaba lo que Wilbert decía de Ara y lo enamorado que estaba, Ian por otro lado solo hablaba de que si seguía practicando basquet muy pronto entraría en una liga.

A lo lejos veo como 2 personas con un suéter de capucha negra pasan por debajo de las escaleras, se ve algo sospechoso.

- Chicos, su platica es muy interesante...la verdad no, pero ahora vengo voy al baño - tomo mi mochila y comienzo a bajar las escaleras rápido y corro hacia debajo de las escaleras.

Los dos chicos están observando ente un orificio que da hacia donde todos están practicando.

- Oigan - hablo en volumen bajo y ambos se voltean dejando ver sus caras - oh... por dios...

- ¿Liana que haces aquí?

- ¿Así que ella es Liana no?

- ¿Viridiana?, hace mucho que no te veo, ¿cómo estás?

- Liana no debes estár aquí - Steven me sujeta por el brazo - te dije que deberías quedarte en casa

- Aver ya, estoy cansada de todo y creo que debes saber la verdad Liana - habla Viridiana sacándose la capucha

- No aun no - Steven se acerca hasta ella e intenta tomarla por las manos pero ella se suelta - Viridiana no es momento

- Estoy cansada Steven y si no se lo dices tú, se lo digo yo.

Ambos comparten miradas, para ser hermanos realmente no se parecen en nada

- Está bien - accede Steven - pero aquí no, vamos a casa - ambos comienzan a caminar hacia una moto, yo voy detrás de ellos con mi mochila.

Al llegar a la moto Steven se sube primero, después me suben a mi y al último Viridiana.

Va una alta velocidad que hace que yo me aferre al torso de Steven, para ellos parece ser normal porque van muy tranquilos, estamos entrando a una de las calles más peligrosas de la ciudad.

Por todos lados hay personas bebiendo y fumando, gente con capuchas y otras con mascaras.

La moto se detiene en un jardín, que a diferencia de todo ahí, está limpio, tiene un bello columpio y muchas flores, ambos se bajan de la moto y comienzan a caminar hacia esa casa, tomo mi mochila y comienzo a correr detrás de ellos.

Al entrar todo es extraño, hay fotos de Viridiana con Michael y dos señores mayores, fotos de Steven con Estela y una señora.

Los sofás están llenos de polvos blancos y botellas de bebidas energéticas, en la mesa hay bolsas llenas de comida, las escaleras tienen flores, de la sala cuelga un bello candelabro de cristal.

- ¿Que es este lugar? - pregunto un poco confusa

- Es nuestro hogar Liana, puedes sentarte - dice Steven sacando las botellas para que yo pueda sentarme.

- ¿Por donde quieres empezar? - pregunta Viridiana

- ¿Por qué hay fotos de los Cabrera con ustedes? - pregunto un poco confundida

Viridiana suspira y prende un cigarrilo - Liana eres tan tonta, yo soy Viridiana Cabrera

- ¿Eres parte de la familia de Estela?

- Yo si la mato Steven - dice Viridiana caminando hacia mi pero Steven la sienta de nuevo

- Calmate ya, aver Liana yo te explico, Michael y Viridiana son hermanos, sus apellidos son Cabrera, Estela y yo somos hermanos y nuestro apellido es Centain

- ¿Cómo? - realmente mi cerebro está muy confundido - ¿Estela y Michael no son hermanos?

- Si - responde Viridiana sin mucha importancia

- ¿Cómo?

- Mira Liana deja te explico, la familia Cabrera y la familia Centain eran muy amigos - Steven se acomoda y pasa sus manos hacia atrás - ambas madres estaban embarazadas al mismo tiempo, de la familia Cabrera nació un niño y de la familia Centain nació una niña, ambos tenían ojos verdes y eran muy parecidos, solo que la niñas era de tes oscura, ambos fueron criados juntos desde pequeños como hermanos, - Steven suspira fuertemente - después de casi un año, ambas madres vuelven a salir embarazadas pero esta vez no es tan grande su emoción, todos piensan que igualmente serían de ojos verdes, pero se llevan una gran decepción cuando ambos nacen completamente igual pero con ojos negros, una niña Cabrera y un niño Centain, la señora Cabrera decide hacer una prueba de ADN a los 4 bebés y para su sorpresa son hijos del mismo padre, el señor Cabrera tuvo relaciones con ambas madres y nacieron los primeros niños de ojos verdes, el señor Centain estuvo con ambas y nacieron dos niños de ojos negros, cuando ambas se enteran la señora Cabrera mete una denuncia para que la niña de los Centain esté con ellos y la niña Cabrera esté con los Centain, los Centain no estaban de acuerdo porque ellos si querían a los hijos que nacieron de la señora Centain, después de meses se van juicio y justo cuando el juicio está por acabar a favor de los Centain, - Steven se pierde un momento y sus ojos se llenan de lágrimas - los señores Centain mueren en un terrible accidente automovilístico. Ambos niños están en adopción y los Cabrera adoptan a la niña y dan en adopción a sí hija, tres años después la hermana de la señora Centain adopta a ambos niños, se dedicó a trabajar para que ambos salieran adelante, tuvo que vender su propio cuerpo para que esos niños tuvieran todo lo que una señora rencorosa le arrebató, muchos años después esa señora está en riesgo de muerte por una ETS y en su lecho de muerte le cuenta esta historia a ambos niños, cuando la tía de los niños se muere se enteran que el señor Centain había dejado una fuerte suma de dinero para el niño y junto a su hermana deciden comprar esta casa y ponerse el apellido Centain...

En tu nombre...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora