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Su agitada voz se escuchaba por la pequeña habitación, el sudor corría por su rostro mientras miraba hacia abajo, expectante a cualquier movimiento por parte de su compañero.

— ¡Ah! ¡Par- — Rápidamente fue silenciado por la mano del ruso — ¡MhHm! — Trataba de gritar inútilmente.

El de pelo gris simplemente sonreía ante la vista.

Un cadete esposado a su merced bajo él, con su uniforme desordenado y con un cuerpo bien formado, sudoroso y caliente.

Claro, no quería olvidar el detalle más grande y por el que estaba tan emocionado.

Una pequeña y filosa navaja clavada en su cuello, manchando de forma exagerada el suelo blanco de una de las salas desocupadas de comisaría.

Los ojos cansados del cadete quedaron esperando una respuesta por las acciones de su superior. No entendía que había pasado, nunca hizo nada contra el comisario. Entonces... ¿Por qué?

Sintiendo como el cuerpo del más joven dejaba de hacer fuerza, poco a poco quitó la mano de la boca del chico, notando como de esta salía aún más sangre que desbordaba por su comisura.

Respiro con dificultad, claro estaba, se ahogaba y respirar con sangre recorrer tus pulmones, garganta, nariz y boca no mejorará en absoluto.

— Única y última advertencia, cadete — Recalcó su rango — El agente del FBI, Gustabo García ya es mío. Usted es simplemente un peón que pasaran por alto — Rio suave — Tengo entendido que su único problema es el dinero, no tiene enemigos y con apenas amigos pasa totalmente invisible ante la sociedad, no sera tan fácil de tapar su muerte pero todo mi esfuerzo valdrá la pena.

Dando su último y ahogado respirar, su pulso dejo de latir, siendo una acción satisfactoria para el ruso.

Río de una forma loca y desesperada, sin importarle que alguien en comisaría le hubiera escuchado, eran tantas las salas que era imposible buscarlo entre ese laberinto.

— Gustabo García, eres mío. No importa el tiempo, no importa quien esté por delante mío, tienes mi marca en tu cuerpo y está sangre que es derramada es su responsabilidad — Murmuró entre dientes mientras quitaba suavemente la navaja del cuerpo muerto — Gustabo García, usted me tiene loco.

Sonriendo como adolescente, dibujo en el suelo corazones pequeños, todos alrededor del cuerpo bajo él.

— Cadete, esto no hubiera pasado si tan solo usted no fuera de risitas con él — Miro con asco a su inferior.

Con elegancia se levantó de encima del cuerpo moribundo, miro hacia todos los rincones de la sala y como sospechaba, no había nada que lo delatará.

No había cámaras.

Sabía que eso debía tener en cuenta antes de hacer su acto malévolo, sin embargo su sangre que hervía en furia le obligó a acercarse de manera amable para asesinarlo a sangre fría.

No era su culpa, estaba solo en los vestuarios, no había cámaras cerca y pocos policías estaban de servicio a esas horas.

Lo único que quedaba hacer era deshacerse del cuerpo.

— Los agentes de servicio, quiero que vayan en binomio hacia el norte, he recibido un anónimo de ventas de droga por esa zona, si es necesario revisen hasta bajo las rocas, y si de casualidad los encontráis... quiero ver a esos criminales entre barrotes— Habló con voz sería por radio — ¿Quedó claro?

A los segundos recibió una respuesta.

— 10-4 comisario.

Sin rechistar, como le gustaba.

— ¿Qué haré contigo? — Preguntó divertido al aire.

Había tantas formas... ¿Cuál sería la más rápida pero la más divertida?

Tendría que probar.

— Espero no te moleste... Cadete.

Continuará...

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¡Muchas gracias por leer!

*Cualquier falta de ortografía, hacérmelo saber por favor*

¿Me extrañaron? :D

Trataré de terminar las historias aunque nadie las lea, perdón ª

ʸᵃⁿᵈᵉʳᵉ ☢︎︎ Volkabo ☢︎︎ GTA RoleplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora