no hables con desconocidos

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Se encontraba caminando por el centro de la ciudad, buscando la presa perfecta, un hombre joven, alto y corpulento de test blanca, una melena larga y cebosa de color carbón. Unos ojos color verde hipnotizantes que dejan ver tranquilidad, con paso firme y tranquilo recorre las calles, atisbando a todo aquel que se cruce en su mirada, entonces lo vio.

Un joven de nomás de 17 años, delgado, piel pálida, su pelo largo rubio era adornado por una trenza que amarraba todo el pelo por la nuca, caminaba solo entre la multitud con tranquilidad, mirando las calles como si estuviera perdido, el hombre entonces supo que sería la presa perfecta, se dispone a seguirlo desde la lejanía pero siempre pendiente de cada movimiento del joven , el joven sin percatarse miraba las calles y sus nombres, paraba cada cuánto para decidir hacia que calle dirigirse, pero entonces sucedió el error.

El joven doblo en una calle en dónde no habían personas y fue cuando entonces el hombre supo que sería su momento, saca un pañuelo de su bolsillo y un frasco de cloroformo, con suma tranquilidad gracias a la costumbre de hacerlo, se acerca más y más al joven con pasos silenciosos, va estirando su brazo de a poco para tomar por el cuello al muchacho y entonces.

Oscuridad, el hombre puede ver una granja, lleno de animales y vegetación, el hombre se encuentra confundido ya que aquella granja es aquella en donde el se crío, el hombre caminaba hacia la puerta de la casa y desde el otro lado de la puerta se escuchaban fuertes gritos, gritos desesperados y agonizantes de dos niños, el hombre con temor abre la puerta y cuando asomaba la cabeza para ver.

Despierta, estaba tirado en la calle y lo primero que ve al abrir los ojos es al pequeño joven arrodillado junto a el, el joven con un tono de tranquilidad e indiferencia pregunta

-¿Te encuentras bien viejo?  Venía caminando y de pronto escuché un golpe fuerte y cuando voltie estabas tirado en el piso y un hombre con un bat se encontraba corriendo en dirección contraria

El hombre con un dolor de cabeza gigantesco  apenas y era capaz de procesar lo ocurrido

-viejo, mi padre es doctor, ya lo llame y vienen en camino, tenemos una clínica en casa a si que te llevaremos para verte

-¿niño a ti no te enseñaron a no hablar con extraños?-dice con cierta ironía-

El hombre aún aturdido solo puede pensar en que su oportunidad para secuestrar al. Muchacho fracaso, empieza a sentir un fuerte holor dulce bastante agradable...

-¡MIERDA!

Grita el hombre viendo el frasco de cloroformo roto en el piso junto al pañuelo,
Con un movimiento rápido toma el pañuelo y lo esconde dentro de su puño, mira al mocoso y puede ver qué está distraído mirando hacia otro lado

Con un movimiento rápido lanza la mano con el pañuelo hacia la cara del joven pero se detuvo al escuchar al joven decir

-ahiii viene mi padre

El hombre mira una camioneta blanca doblando en la esquina, la camioneta sigue hasta parar frente al par y se abre la puerta de  de atrás, de la camioneta baja un hombre canoso de piel pálida, aparentemente el padre del niño, este traía dos guantes quirúrgicos y un delantal color verde , “como en un secuestro" piensa el hombre tirado en el piso.

- buenas tarde, mi nombre es Abraham walker, puedes decirme sr. Walker, ¿Puedes recordar tu nombre muchacho?

-Constantino señor

-muy bien ¿y como te sientes? -dice el caballero mirándolo de pie a cabeza

-un poco mareado señor, pero puedo apañarmelas para volver a mi hogar.

malas historias mal contadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora