✩ One Shot ✩

596 52 20
                                    

¡Hola! ¡Hola!

Necesitaba escribir esta historia. Después del dolor ocasionado por el capítulo 167 del manga, tenía que escribir una historia basada en el momentazo Shicca que Hiro  Mashima creó.  

( - Ya podría hacer lo mismo con el NaLu, ejem, ejem... )

En fin. Realmente el capítulo ha dado toda la idea que quería transmitir, por lo que es un poco complicado añadir algo nuevo, pero siempre se puede intentar. Así que... 

¡Espero que os guste!

- * . * . * . * . * . * . * . * . * . * . * . * -

- Shiki... Voy a entrar.

Un leve murmuro se escuchó dentro de aquella habitación. Era el pelinegro dándole permiso para poder hacerlo.

Rebecca dio unos pasos al frente y la puerta se abrió automáticamente. No le hizo falta moverse más para ver la situación.

El muchacho se encontraba a lo lejos sentado sobre su cama mientras abrazaba débilmente sus piernas. Alzó un poco la cabeza al oír las pisadas de la joven.

- Rebecca... - susurró su nombre.

La nombrada se llevó la mano al pecho tras verlo. Su rostro, aquel que siempre mostraba felicidad, había cambiado. El brillo de sus ojos ya no estaba, había desaparecido, y debajo de ellos comenzaba a marcarse la evidencia de lo poco que había dormido desde entonces.

Se mordió el labio de impotencia.

Le dolía. Quería llorar. Llorar, gritar e ir a abrazarlo con todas sus fuerzas, y darle a entender que sabía como se sentía, que no estaba solo... pero no podía hacerlo. Vio el plato de comida sobre la mesa aún lleno y se contuvo. Debía ser fuerte.

- No has comido nada en dos días... - pronunció ella con preocupación.

- Sí... Lo siento... Es solo que no puedo hacerlo... - contestó cabizbajo.

La joven terminó de acercársele y con cuidado se sentó a su lado.

- Si no comes vas a ponerte enfermo, Shiki.

- Lo sé.

Lo sabía, lo sabía bien, pero tras lo ocurrido ya no le tomaba importancia.

Durante unos minutos el silencio inundó el lugar.

- Oye, Shiki. - lo llamó. Él no contestó, pero sabía que estaba escuchándola, por lo que continuó. - ¿Recuerdas lo que le dijiste a Homura frente el cuerpo de Valkyrie?

- "Si tienes amigos, puedes seguir adelante"

- Fue lo peor que pude haber dicho, ¿no? - respondió con la vista posada en el suelo.

- Al contrario. - le animó ella. - Pienso que esas palabras fueron lo que Homura necesitaba para poder coger fuerzas y seguir.

- Sé lo que intentas, Rebecca... - dijo. Su cuerpo comenzó a temblar, y su voz a quebrarse una vez más. - Pero yo... no puedo hacerlo... Witch... Ella está...

Sí. Lo estaba.

- Shiki...

- Aún puedo ver su rostro. - explicó con dolor. - Cada vez que cierro los ojos está allí, frente a mí. Todas sus sonrisas, t-todas sus palabras... Incluso aún puedo escuchar su gentil voz...

- " Te quiero "

- S-Simplemente... aún no puedo olvidarla. No puedo sacármela de la cabeza, ni a ella ni todos los momentos que vivimos juntos... Y-Yo... De verdad que no puedo...

Las lágrimas habían comenzado a descender por su rostro.

Rebecca tembló.

- N-No tienes que hacerlo, Shiki... - contestó con voz baja. Estaba aguantando demasiado, y a duras penas podía mantener la compostura. - Ella... ella tiene que permanecer en ti para siempre. Esos recuerdos... tienes que conservarlos...

El chico hipó, y con su brazo izquierdo, intentó detener su llanto.

- ¿C-Cómo... puedes estar tan bien con todo esto...? - preguntó él.

Era suficiente.

Por primera vez en todo el día, Shiki alzó su rostro para mirarla, y se maldijo a si mismo por no haberlo hecho antes.

- ¿Parezco estar bien...? - contestó ella de manera retorica.

La chica se había deshecho de la chaqueta que llevaba puesta, mostrándole así su ahora agrietado cuerpo.

- R-Rebecca... - susurró su nombre con miedo.

¿Q- Qué demonios le había pasado? Eso... ¡Eso no era normal!

- No estoy bien, Shiki... - respondió ella sacando al fin todo su dolor. - He... He estado intentando usar mis poderes de Cat Leaper durante estos dos días... Dos días... - repitió ahogándose en su propio llanto. - Pero... No hay manera... No puedo volver a ese momento, no logro hacerlo, y no sé por qué...

El pelinegro estaba atónito. No podía dejar de mirarla.

- Shiki... - lo llamó. Posó sus ojos sobre él, e intentó sonreír. - Si no te recuperas pronto... podría romperme en pedazos...

Y con esas palabras se lanzó a los brazos de su compañero.

Quería volver a ver a Witch, quería volver a reír con todos, volver al principio y no tener que perderla para poder ganar... pero sobre todo, quería volver a ver la sonrisa de Shiki... Su rostro feliz e inocente, y el brillo de sus ojos...

Necesitaba salvarlo...

Y ella misma sabía que haría lo imposible por recuperarlo, aunque eso implicara volverse ceniza estelar...

¡Y lo haría! ¡Claro que sí! Por eso... Por eso estaba diciéndole aquello, porque su lado más coherente, más estable, más maduro, le recordaba que no debía. Claro que usando sus poderes podría recuperar a Witch, pero... ¿a qué precio? ¿Su propia vida? A esas alturas, y después de el gran amor que sentía por el muchacho estaba dispuesta a ello, pero sabía bien que la situación sería la misma. Witch estaría, pero ella no. Siempre habría algún muerto, y una vez más Shiki sufriría... No podía permitirlo...

Por eso, y aún sonando ciertamente egoísta, estaba allí rogándole que tuviera fuerza, que volviera a ser el mismo de antes... Porque no quería verlo sufrir más...

- Yo... También la extraño... - mencionó. - Teníamos tantos plantes juntas...

El joven comenzaba a entender la situación, y el miedo que sentía en esos momentos superaba cualquier otro. La idea de perder a otro ser querido le asustaba. No podía permitirlo... No quería más muertes... No quería más llantos.... No quería perder a nadie... No quería... No quería perderla...

No quería perder a Rebecca...

Sin pensárselo dos veces, correspondió de inmediato al abrazo acercándola aún más a él.

- Lo siento... - pronunció escondiendo el rostro en el cuello de la muchacha.

- Shiki...

- Lo siento mucho, Rebecca... Y-Yo... Estaré bien. - contestó. - No estoy seguro de poder hacerlo en este momento, pero... tengo que aceptarlo. Debo aceptar la muerte de mi amiga... Por ella, por vosotros... Y debo recordarla para probar que ella vivió... Después de todo... somos una familia...

Y con el Edens Zero surcando el cosmos, la chica se aferró aún más al cuerpo del muchacho y rompió en llanto junto a él.

- * . * . * . * . * . * . * . * . * . * . * . * -

Un minuto de silencio por Witch...

Y un: "¡Viva!" por el Shicca.

No ha sido muy largo, pero creo que ha sido suficiente. ¿No?

Contadme que os ha parecido ♥

¡Nos leemos pronto!




Porque somos una familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora