La noche cubre las espaldas de estos dos personajes, ambos van caminando juntos pues son buenos amigos, el puerquito y su buen amigo rusokito.
Fue un día muy atareado, ambos acabaron exhaustos por todo lo que pasaron en la escuela; ser representante de aula no siempre es relajo, o por lo menos esa es la idea que se repite una y otra vez el buen puerquito cuando retorna a casa luego de haber cumplido con las tareas que demandan en la escuela. La maestra Van Di Cabri es la más estricta cuando se trata de guiar a los representantes de los salones.
- Tranquilo, falta poco
Le dijo un rusokito jadeante al puerquito amigo
- Lo sé, conozco mi casa
Le respondió inmediatamente
- Me refiero al año escolar, falta poco para terminarlo
- Ah eso - suspiró - supongo que es una buena noticia, podré visitar a mi abuela
Entonces, rusokito lo miró de reojo y algo cabizbajo .Pronto llegaron a la puerta del puerquito y solo alcanzaron a chocar sus puños en señal de despedida; rusokito, quien es un burrito diminuto, emprendió su viaje hacia su hogar, calle abajo. El silencio era su nuevo compañero, la noche los cobijaba a ambos.
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El puerquito de rusokito y yo
Short StoryUna historia plagada de plagio, descontextualización, fobia a la fobia y un conjunto de elementos que no deberían interactuar juntos en una sobria redacción