El puerquito de rusokito y yo

Hacia el horizonte

La mañana llegó tan pronto como pudo, rusokito se apresura el poner sus cosas en la mochila, principalmente llevar comida. Es un buen día, hoy abra una excursión y tiene unos dos nuevos chistes para contarle al puerquito.

- Vamos, vamos, debes llegar antes, debes hacerlo

Se dice a sí mismo.

Finalmente sale corriendo de su casa, rumbo a la escuela, ignora la brisa matutina, ignora el sol resplandeciente y el sonido del arroyo, ignora todo eso pues solo quiere llegar antes

¿Antes de qué?

- Te gané

Le dice la voz del puerquito; entonces rusokito mira a un costado, mira al otro, mira tras suyo pero no lo ve. Es entonces que el puerquito salta de la rama del árbol que estaba frente a rusokito

- ¡ahh rayos!

Exclamó rusokito

- No me canso de asustarte

Le dijo el puerquito mientras reía

- Algún días llegaré antes que tú y sabrás lo que es ser sorprendido

Gritó el burrito mientras agitaba su puño contra el sol; luego de ello ambos se pusieron a reír y se acercaron a la multitud de estudiantes, sus compañeros.

No solamente se encontraban compañeros de salón, sino que estaban aquellos de los demás salones; eso se evidenció cuando ambos atravesaron la multitud y empezaron los murmullos y las burlas

- No tiene padres

- Dicen que pide dinero por las tardes

- Es tan burro que sus padres lo abandonaron

Ya pasó tiempo desde que lo trataban mal, pero aún dolía

- Ignora eso - le dijo el puerquito sonriente - Nadia que te conozca diría algo así

Esa mirada, esa sonrisa, solo eso hacía falta para que rusokito afloje el puño que tenía tenso

- Ah no me di cuenta de lo tenso que lo tenía - se dijo a sí mismo

Entonces prefirieron alejarse de la multitud, pues respeto algo hostil; se fueron un poco más al horizonte, donde podían contemplar al bus, para asegurarse de ir al viaje de excursión, y podían estar solos para contarse chistes nuevos.