Un suspiro, una fuerza,
El soplo del viento frío,
Hace arder mis cenizas.
El cielo nublado,
Con la luna brillando,
Ilumina la calle,
Miro alrededor, el exterior,
Almas rayadas, huecos profundos,
Sin ánimo de estar,
Fueron heridos por mi pasar.
Agonizo en lo oscuro,
No logro ver lo que borré,
Cada paso un misterio,
El éxito espera,
La alegría consuela mi temor, lo nuevo,
De cada noche con dolor.
La mente enfocad en lo bueno,
Los de sangre se hacen soberbios, los tapan con un dedo,
El tiempo y sus pasos.
Que logros tan avaros,
La creó su propia imaginación,
Queriendo calmar heridas alternas, muy poco internas.