El color de la vida tiñe de rosa al débil,
El negro al más sabio,
El gris, al día nublado.
El frío azota como un alma perdida,
Es invisible, pero no deja de sentir,
La magia es un polvito de ilusión,
Solo los grandes logran tener cada día menos imaginación
Las barras de hierro atrapan,
Pero no hieren,
Como la mano de un dios,
Que tanto quieren.
Forjar la vida blanquecina solo la hace más oscura,
No pretendas ser poco,
Teniendo el mundo a tus pies,
Suena ilógico, pero para mi esto es un encierro.